Texto: DAVID MELÉNDEZ
Tras el éxito absoluto, siempre llega ese momento de recapitular, parar y volver a empezar.
Para los hermanos Durán, Francisco y Mauricio, su escuela y catapulta hacia el triunfo fue Los Bunkers. En quince años de carrera, se convirtieron en una de las más importantes de Chile y conquistaron Latinoamérica con inusitada facilidad gracias a un rock tradicional. En México, también conquistaron tímpanos a diestra y siniestra. Pero en 2014 pararon definitivamente y llegó el silencio.
Hace poco mas de un año, los hermanos Durán junto a Ricardo Nájera (miembro de IMS y el proyecto Mexrrissey) decidieron unir fuerzas y crear Lanza Internacional, dónde la presencia de sintetizadores y ritmos electrónicos programados tiene más presencia en su estructura sonora, pero sin dejar ese lado orgánico de las guitarras. Su disco debut epónimo fue editado bajo su propio sello discográfico, de nombre República Independiente de Música Popular, y ha recibido excelentes críticas por doquier. Y, claro, la buena nueva es que forman parte del cartel del Tecate Coordenada 2018 (Lanza Inteenacional se presenta en el escenario Viva Aerobus a las 15:00 horas del día 20 de octubre) en Nine Fiction platicamos brevemente con Mauricio Durán y esto fue lo que le cuestionamos antes de su debut en Guadalajara:
¿Cuál es el cambio o paso básico que se gestó de Los Bunkers a Lanza Internacional?
«Lo veo como un paso natural de gente que ha estado componiendo y tocando música mucho tiempo juntos, algo así como quince años, y que posee ciertos intereses. Pero también es un cambio muy natural de cuando, por ejemplo, te pasas los días en blanco. ¿Pues qué pasa? Que quieres pintar y desarrollar otras cosas, buscar otros sonidos, atmósferas, otras energías. Y eso es algo muy propio de gente que quiera mantener cuerda artísticamente. Pero también todo lo veo como una bonita oportunidad. Tal es el caso de Fran y mío, que siempre nos desarrollamos como compositores en los temas de Los Bunkers y en donde el máximo interés fue valorar la canción, y siempre tratamos de explorar todas la posibilidad que nos podía dar una canción. En este sentido tener un proyecto con otra persona, en este caso con Ricardo, que viene con otro lógica y de otro grupo, y que a su vez es mexicano y no es chileno, plantea otra logica, otra forma de trabajo».
Ahora bien, en su álbum debut notamos un giro de tuerca en su sonido, que ahora está más versado hacia proyectos como New Order, gracias a ese uso de sintetizadores y ritmos electrónicos. ¿Hicieron uso de alguna influencia de lo que escuchaban en su niñez o es el cambio justo después del ADN rockero qué tan bien confeccionaron con Los Bunkers?
«Bueno, cuando eran los ochentas yo era un niño y había una dictadura en mi país. Así que escuchaba más canciones de protesta y del rock de tus papás como The Beatles y así. Ese tipo de bandas que nombraste como New Order, o bien Soft Cell o Human League y algunas otras del synthpop, nos agarró más de adultos. Así que no es un gusto adquirido de nuestra infancia. Más bien, como dices, el siguiente paso».
Mas en Lanza Internacional se nota de todas formas ese compromiso social y con su entorno en materia de lírica, algo capital de músicos chilenos como Víctor Jara. Quizás exista un cambio de sonido en la manera en que tú y Francisco se acercan a las canciones hoy en día pero se mantiene ese raigambre propio en el mensaje que ya manejaban con Los Bunkers.
«Es que, mira, fuimos criados con un tipo de canción. La madre de la canción chilena es sin duda Violeta Parra. Ella es fundamental, igual Víctor Jara que ya lo mencionaste, o Inti Illimani. Por eso para nosotros es muy difícil escribir un disco dónde no haya una mirada sobre el entorno. Tampoco fue algo fortuito con Los Bunkers, fue algo que siempre estuvo presente: el entorno. El primer sencillo de nuestra carrera fue ‘El detenido’, que lanzamos con una compañía independiente pequeñita y que hablaba sobre los desaparecidos de la dictadura chilena. Y esto indepedientemente de que en México nos hicimos conocidos por un disco llamado Vida de Perros (2005), que no tiene nada que ver con el compromiso social y que se centra más en las relaciones personales. Pero nuestra banda siempre tuvo ese interés del que hablas porque nosotros componíamos los temas. Así que con Lanza Internacional también vaemos lo que sucede en el entorno, cómo nos manejamos socialmente y cómo incluso hoy en día estamos relacionados con la tecnología. Canciones como »Estación central’ o ‘Malafama’, hablan de lo que nos pasa como comunidad y no sólo lo que ocurre dentro de las cuatro paredes de nuestra casa».
¿Con Lanza Internacional ha sido empezar desde cero o hay cierto remanente del éxito de Los Bunkers que los ha ayudado a abrirse puertas?
«Ha sido empezar todo de nuevo. Porque el público de Los Bunkers no es el mismo que desde hace un año escucha a Lanza Internacional. También tenemos una estructura pequeñita y eso queríamos. Somos nosotros tres, un ingeniero y un roadie que nos ayuda a montar y desmontar las cosas. Queremos mantener esta estructura pequeña y volver a tocar el bar, ver la cara de la gente más de cerquita. Es una supsú bonita oportunidad de renovar el compromiso de la música y que te exige otro tipo de compromiso, incluso físico, ya no sé cuándo había sido la última vez que había cargado un amplificador. Y no es por quejarme pero me encanta poder volver a agarrar mi amplificador. Es decir, cuando termina el show y estoy cansado físicamente me siento súper bien de cargar mi amplificador. ¿Me entiendes? No sólo es un compromiso emocional con la música sino físico. Es algo como partir de nuevo».
Para finalizar, ¿hacia dónde va Lanza Internacional? ¿Grabar el segundo disco, tocar en otros países, lanzar sencillos de manera constante, agregar nuevos esquemas sonoros a su propuesta?
«En este momento todo lo anterior (risas). Te digo: preparamos un disco que está en un periodo embrionario. Esperamos poder grabar el próximo año y ya sacar un tema nuevo. Queremos aprovechar el impulso que ya vivimos, generar más contenido, sumar otras cosas a la propuesta. Lo mejor es que tenemos la cartas abiertas para hacer lo que queramos. Estamos con mucho, mucho entusiasmo y queremos tocar en vivo todo lo que se pueda».