Fotografía: Diego Rodriguez
La lluvia descomponía la ciudad (una vez más) y aún así el desfile de rostros oscuros y maquillajes góticos se vertía al rededor del venue de Epigmenio Gonzalez, el tantas veces heroico Foro Indepencia que, ahora transmutado en cueva, abría sus puertas como refugio al aquelarre «Electro-industrial» prometido.
La primera embestida fue por parte del Trailer hidrocálido que calentó la tarima con su «Dirty Fat Badass Noise» una dosis de rock duro y headbanging que fue dejando cabezas sudorosas y gargantas sedientas que bebían cerveza como delirantes demonios del ultramundo que converge en la oscuridad, más allá de la calzada.
Tras un descanso de unos cuantos minutos que sirvió para reordenar el escenario, el infierno abrió sus puertas nuevamente para dejar salir otro de sus demonios, el más libertino de todos, Midian Dite, amante de las delicias nocturnas y sumisas, que al ritmo del electro-dark hizo mover los cuerpos de los presentes en convulsión satánica cuales Orestes perseguidos por las furias.
¡Bienvenida la maldad! Erk Aicrag y Racso Agroyam se trepaban entre los eufóricos alaridos de los presentes, que de inmediato se dispusieron a dejarse llevar por la legendaria y violenta banda mexicana de aggrotech, un Hocico de perro rabioso tirando mordidas mas a siniestra que a diestra, reventando las bocinas y los cerebros mareados ya por los estrobos y el alcohol, no se siente que haya pasado tanto tiempo, se ven enérgicos y jóvenes, hasta podría decirse que tienen con el diablo, pero más allá de eso, es una banda que se resiste a morir y se re inventa. ¿como estás guanatos? no te quiero ver triste, ¡te quiero ver gritaaar! decía Erk y ahí van las furiosas bestias a ladrar con sus hocicos.
Una gran noche de borrachera y oscuridad, perversiones visuales y desenfreno. Un sábado de venderle el alma al demonio «hocicón» . Total, al siguiente día nos quedaba el domingo y no hay nada mejor que una torta ahogada para sacar al diablo.
Les dejamos acá la galería del show.