Los asistentes al Teatro Diana reciben una probadita del multiinstrumentista French Kiwi Juice (FKJ) este viernes por la noche.
Pionero en su género FKJ deslumbró (por decir poca cosa) cerca de dos horas a un abarrotado Teatro que no dejó de moverse al ritmo del Soul, Jazz, Rock y plenamente otros géneros desconocidos para muchos, manteniéndolos de pié tanto él se conducía por el escenario dejando muestra de sus mejores loops, riffs y beats en vivo.
Armonía perfecta entre audio e iluminación fue como Vincent Fenton y sus músicos regalaron este viaje con un a consideración tan cuidada hasta en el diseño, era como estar en la sala de su cuarto como invitados mientras presenciábamos la creación de algo bello, tan llenos de pasión y muy difícilmente comparable.
La noche como bien sabemos comenzó con la intervención de J. Mónaco, cuyos cinco miembros en escena calentaron las ansias del público y dieron a conocer su proyecto repleto de creatividad y virtuosismo cuyo camino en la escena local ha tomado fieles adeptos a un género parecido al Jazz progresivo,
Como si de una obra de teatro pareciera con montaje incluido un sofá y lamparas de habitación parecía un concierto tan íntimo a medida que el ritmo nos hacia sentir en otro lugar, grandes mamparas aludían a un ambiente tropical que hacía juego con la música, mientras Vincent comenzaba a crear destellos de ritmos analógicos. Un poco de piano, sintetizadores, luego pasaba al Sax y ya de repente lo veíamos tocando la guitarra, si cerrabas los ojos sentías como si fuese una gran banda tocara en vivo pero bastaba abrirlos para cerciorarse de que uno solo estaba controlando todas las mezclas, acompañados de un gran baterista y un bajista, pronto se sumaron un trío de cuerdas para armonizar.
Tocando clásicos como Ylang Ylang y grandes Hits como Son Much To Me, pusieron al publico a elevar sus mando mientras de dejaban llevar por la vida.
Después de unas cuentas piezas en el encore, finalmente cerró con Tadow y como si fuera poco la euforia estalló en el Diana quien no quieta desbordaba los pasillos porque literalmente la gente entró en una especie de trance, como si unos estuvieran en un antro alucinando los colores de la música como otros, sentados en las escaleras de los pasillos como si contemplasen la inmensidad del mar.
Como parada final en México, Vincent y su crew se dirigirán hacia Europa para concluir su Tour, esperemos verle pronto y seguramente ahora que Guadalajara ha quedado marcada por el minimalismo y el virtuosismo de FKJ esta ha dejado una huella en Vincent para nuevos proyectos.