*Con más de cincuenta luminosos años de carrera y prestigio, con un estilo personal y perfeccionista de lo más sublime del soul y el funk, Earth Wind and Fire dejó para la posteridad su regreso a la ciudad en la Arena Guadalajara con una virtuosa noche como parte de su actual gira mundial

Un contador de tiempo, justo debajo de las extensas alas del halcón dorado egipcio que representa a la banda, marcó la cuenta regresiva para el regreso de Earth Wind and Fire a Guadalajara. Una de las máximas representantes del soul, funk de los setentas, con temas tan reconocibles que ya forman parte «del soundtrack de la vida» de varias generaciones, levantó enorme expectativa desde el anuncio de la escala de su gira en la Arena Guadalajara, luego de varias décadas de ausencia, mismas que se vieron interrumpidas cuando, pasadas las 21:00 hrs., el reloj terminó su conteo, una enorme pantalla mostró una video retrospectivo y, con los acordes de «Shining Star», aparecieron en escena Verdine White, Philip Bailey y Ralph Johnson, los miembros originales, liderando el conjunto de doce integrantes entre los que también se encuentran B. David Whitworth y Philip Bailey Jr.
Con un sonido cuidado a la perfección, en el que cada instrumento sonó tal cuál debía hacerlo desde las primeras filas hasta las últimas, Earth Wind and Fire detonó la fiesta generacional, desplegando el talento multiinstrumental, los extremos rangos de voces y las coreografías que, desde hace más de medio siglo, han iluminado las pistas de baile.

Una serie de éxitos fue sucediéndose uno a uno con la magnificencia de una gran banda que ha sobrevivido al paso de los años manteniendo vigente la energía que potencializa el impacto de sus temas. Surgieron «Let Your Feelings Show», «System of Survival», «Serpentine Fire», «Sing a Song», entre otros, hasta que llegó «Reasons», en la que el público estalló en júbilo ante la potente demostración vocal de parte de Bailey.
Aunque a esas alturas del concierto ya no quedaban dudas de la insuperable calidad del encuentro, lo mejor vino con «Fantasy», «Boogie Wonderland», «Let´s Groove» y «September», los himnos más icónicos de los originarios de Chicago, en los que los asientos resultaron irrelevantes, todas las localidades se transformaron en pista de baile y la arena resplandeció con las luces de miles de celulares y, finalmente, cerrar con «In the Stone», una cátedra de virtuosidad indudable. El resultado fue una atmósfera festiva que unió generaciones: jóvenes, adultos y quienes vivieron los primeros años de la banda cantaron, bailaron y celebraron juntos.

Texto y fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»
















