Si les habíamos contado sobre la pre copa donde platicamos y convivimos con el equipo de producción de Metric, ahora les contamos qué fue lo que pasó en su concierto en Guadalajara.
Texto: DAVID MELÉNDEZ
Fotografías: DIEGO RODRÍGUEZ COVARRUBIAS
La métrica de la noche no tuvo descanso.
Metric llegó, se plantó, barrió con cualquier tranquilidad dentro del BMLS Showcenter y supo formular un concierto donde repasó prácticamente toda su carrera y todavía tuvo la gracia de presentar seis canciones nuevas de su más reciente placa Pagans In Vegas, que recién salió al mercado a mediados de septiembre.
La banda abridora fue Rey Pila, toda una sorpresa escucharlos y verlos en nuestra Guadalajara de nueva cuanta, ahora ya que han pasado a las grandes ligas de la música con eso de que fueron firmados por la disquera Cult Records del vocalista de The Strokes, Julian Casablancas. De hecho, The Future Sugar, ese segundo disco que permite saber si una banda será grande o no, saltó de los altoparlantes con varios de sus tracks presentados durante la noche, no sin arremeter con esa fantástica canción de “No longer fun”, que los diera a conocer en otras épocas sonoras muy distintas a las que ahora manejan.
Para cuando las manecillas del reloj conquistaron las 23:00 horas, los ánimos estaban a punto de ebullición. Con una entrada excelente (alrededor de mil personas), los integrantes de Metric subieron al escenario y descorcharon los fuegos artificiales sonoros.
Emily Haines (voz, guitarra, teclados), James Shaw (guitarra, teclados, voz) Joshua Winstead (bajo, teclados, voz) y Joules Scott-Key (batería), arrancaron con una de sus canciones nuevas, “Lie lie lie”, y cientos de gargantas tapatías los recibieron con un sonoro grito de aceptación.
Como siempre, Emily Haines fue la que comandó cada centímetro del escenario con su voz envolvente y ese constante ir y venir entre los teclados y las guitarras. Pero la mecha realmente prendió con gallardía justamente con otro corte de estreno, “Cascades”, una gomosa canción de pop electrónico con visos de melancolía y con un riff en teclado repetido y circular, que fue coreada como si fuera uno de sus grandes éxitos. Haines, al terminar dicho tema, sonrió sorprendida de que Guadalajara se supiera tan bien una melodía tan nueva.
Y la velada, fue redonda y entrañable para muchos: Metric se despidió con un encore de cuatro canciones, cerrando con la explosiva “Breathing underwater”; antes de empezar “Satellite mind”, Haines dijo esas pocas palabras en español de “¡Gracias! Cómo andan, chicos, chicas”; en “Synthetica” se armó un excelente baile de manos y cuerpos, mientras la guitarra principal de la canción mostraba una distorsión más explosiva que su contraparte en estudio; y en “The shades”, Haines en verdad se compenetró en su melodía vocal, dando una demostración del poderío de sus cuerdas vocales en directo.
Para finalizar, habrá que puntualizar que para esta ocasión se cambió toda la dinámica del espacio dentro el BMLS Showcenter y el sonido mejoró notablemente. Al contrario de Neon Indian —donde se mantuvo escenario como funcionaba cuando era el Salón Bugambilias; esto es, el escenario al centro de uno de los lados más largos del rectángulo—, ahora se colocó la zona del directo justo al fondo y las personas de pie hasta el frente y la zona VIP un poco más atrás. También se agilizó la atención en las barras y se “tapó” un espacio al aire libre donde la vez pasada se vendieron hot dogs y papa fritas.
Y Metric cumplió a rajatabla con un directo memorable y bien calibrado.













