Texto: Matías Miranda
Los festejos sonoros siempre se quedan en la memoria.
Y Canal 44 hizo de la tarde/noche de un sábado, la mejor manera para conmemorar sus cinco años de vida, con el regalo de un concierto masivo en la zona de Chapultepec (en su cruce con avenida La Paz) y que llevó por nombre Vibra Chapultepec.
Las vicisitudes arrancaron poco después de las 19.00 horas y el grupo abridor fue Fannelia, que ganó su derecho a estar sobre el escenario por medio de un concurso organizado por el propio Canal 44, donde la banda que recibir más «likes» sería la encargada inaugurar las actividades sonoras. Por medio de un rock duro alternativo (donde también incorporan violín), Fannelia preció la electricidad sobre el escenario con su tema «Venus», que prendió a las primeras filas de asistentes que ya se encontraban ubicadas en el famoso front row.
Después, llegarían Los Phantoms, otra banda tapatía que comeinza a rotar con éxito por las ondas hertzianas y la pantalla chica. Formado por Gi Castellano (voz), Rodrigo Noriega (bajo), Hache González (batería), Gerardo Noriega (guitarra) y Susy y Karen (coros), llegaron para promocionar su más reciente placa titulada Cuando el Silencio y soltar con mucha fuerza su primer sencillo «Luz».
Enseguida, ya con alrededor de mil personas en los alrededores de avenida La Paz y Chapultepec, los ritmos netamente cumbieros de Sonora Mermelada pusieron a bailar a todos los presentes y la transmisión en directo a su vez dio inicio con mucho bombo y platillo, con la conducción de Enrique Blanc y Cristela Gutiérrez.
Para continuar, llegó uno de los convites sonoros más esperados de la noche, Leiden, que de nueva cuenta roció con sus sonidos folk, rock y pop diluido, a los miles de personas que ya estaban por demás entregadas al aquelarre sonoro. Para proseguir, Circo Candela y los Afrobrothers sieron su latigazo de ritmo para que el ambiente no decayera ni se tornara serio.
Y para finalizar, Caloncho junto a la masa en un mismo coro, sacándose de la manga un show acústico con sus canciones que se pegan al tímpano como chicle con esos ritmos cadenciosos de calipso que, esta noche, estuvieron macerados en tranquilidad y mostraron que su música está conectándose con los tapatíos y mexicanos de una forma por demás impactante.















