
Texto: MATÍAS MIRANDA
La nueva entrega de la saga de Rocky Balboa, en verdad tiene un pie bien puesto sobre el ring y el criterio positivo de los cinéfilos.
De entrada, porque el director Ryan Coogler también se puso detrás del trabajo de escribir el guión (junto a Aaron Covington) y no cayó en la trama fácil ni mucho menos pusilánime para generar empatía con la taquilla.
La historia, cuenta las ganas de salir adelante en el mundo del boxeo de Adonis Johnson (Michael B. Jordan), hijo ilegítimo del famoso Apollo Creed, campeón legendario al que se enfrentó varias durante su carrera a Rocky.
Así que para perseguir su sueño, se muda a Filadelfia para tratar de que Rocky lo entrene y ser el número uno de los cuadriláteros.
Por fortuna, la cinta ofrece un esmerado ritmo para que las vicisitudes que observamos en pantalla no caigan de tono ni se vayan al abismo. Es por demás ágil en cuanto a las peleas que salen sobre pantalla y Sylvester Stallone no pierde piso y mantiene el mismo carisma que hace 30 años hizo que este personaje de Rocky le diera la vuelta al mundo.
Creed: Corazón de Campeón
Director: Ryan Coogler. Con Irwin Winkler, Robert Chartoff, Charles Winkler y Sylvester Stallone. Estados Unidos, 2015. Duración: 133 minutos.