Texto: DAVID MELÉNDEZ
Fotografía: CARLOS ROJO
El último festival importante del año, el Corona Weekend, dejó satisfechos a los miles de asistentes que llenaron de energía todo el perímetro de Calle 2.
Pero esta satisfacción se dio sólo en la recta final, sobre todo con Molotov y Todos Tus Muertos, los primeros con un show en honor a sus 20 años de carrera (el Chinga Tour Madre) y plagado de hits y canciones no tan conocidas en directo —hasta subieron al vocalista de División Minúscula que los acompañó en «Puto», se echaron el tema-melcocha de «Perro negro granjero», su oda a Queen «Rap, soda y bohemia» el cover de Falco, «Amadeus (Rock Me Amadeus)»—, mientras que los segundos hicieron que el concreto se llenara de fisuras con himnos como «Adelita (tu Alma Mía)».
Mas esta «satisfacción» de la que hablamos, durante el arranque fue un reverendo caos. De entrada, las puertas no se pudieron abrir a tiempo porque la productora necesitó «arreglar» ciertas imperfecciones para que las autoridades municipales les dieran luz verde. Así que Wars y Puerquerama tuvieron que tocar sin público; bueno, salvo el equipo de seguridad, invitados que ya estaban en Calle 2 y encargados de producción. Después, Disidente optó por abortar su presentación porque hubo «diferencias» económicas con los organizadores del festival.
Después, los asistentes fueron entrando en la atmósfera de rock y buena música y cualquier sopor se disipó para dar paso a la alegría desbordada. Llegó Tanus y arrasó con su potente estilo industrial con cierta electricidad agreste; Resorte revivió todos sus caballitos punk de batalla; Tijuana No armó el primer slam brutal de la tarde/noche con «Pobre de mí»; los gritos de los jóvenes fueron para División Minúscula, una de las bandas más queridas de México; Morenito de Fuego puso a bailar a todos con sus pegajosos ritmos y subió al escenario a varias personas del público para que le hicieran compañía al contonear sus cuerpos con infinita sensualidad, y La Tremenda Korte que le inyectaron al ambiente la sabrosura candente de su música.
Para finalizar, la estructura del festival fue básica pero certera, ya que aglutinó en una zona food trucks (eso sí, con precios bastante prohibitivos para muchos; por ejemplo un hot dog de salchicha «grande» en $120 pesos), un área del programa Soy Joven del Instituto Jalisciense de la Juventud (donde se regalaron playeras) y una activación de Grupo Modelo con degustación de su nueva cerveza sin alcohol, Corona Cero.
