Texto y Fotos por Andres Amezcua
«Oh please don’t be sad, it’s a sunshiny day«, suena en el audífono mientras un extraño y asfixiante sol golpea con toda su fuerza mi rostro. La primavera al parecer ya ha empezado en plena mitad de febrero y hoy la celebran en el Foro Independencia. El Foro es un salón de eventos ubicado en el mero corazón de Guadalajara, entre la de 16 de septiembre y la Calzada Independencia, dos de las avenidas más transitadas de la Perla Tapatía. Pero hoy no, por fortuna es domingo y las calles están relativamente vacías. Solo este brillante sol se muestra omnipresente en cualquier metro cuadrado de la ciudad. Estoy esperando el camión que se deja entrever a vuelta de rueda a lo lejos de la vía. En teoría el show empieza a las tres y ya voy media hora tarde.
En el Foro Independencia se llevará a cabo la segunda edición del Spring Fest. Este festival primaveral fue pensado como una vitrina que diera cabida a la escena nacional punk. En la primera edición se presentaron bandas como Los Viejos, Chingadazo de Kung Fu, Dischords, entre otras tantas. Al final lo importante es generar espacios para que la escena alternativa desarrolle sus propuestas y qué mejor que una auténtica fiesta en pleno calor de marzo para disfrutar de buena música acompañado de amigos, cerveza y rock and roll.
Había pensado que seguramente no serían puntuales (es a lo que se le llama horario punk), sin embargo, los últimos shows han iniciado a la hora marcada en el flyer; debido en parte a que la administración de Alfaro se ha endurecido en estos asuntos de los horarios, por lo que los lugares donde se llevan a cabo las tocadas procuran organizarse bien y realizar todo puntualmente. Cuando llegué al Foro, por fortuna para mí, aún no empezaba nada, a pesar de que ya eran las 3:30 pm. Saludé a un par de camaradas y esperé a que iniciara todo.
Para realizar el festival, se establecieron dos escenarios, uno afuera en el patio donde se disfruta de un cálido ambiente primaveral ad hoc para unas birras; el otro dentro de un salón techado, oscuro como una cloaca. En esa oscuridad, suena Jaque Mate. El Foro aún luce desolado, pero los guitarros ya están saltando en el escenario. Es una banda potente con tintes melódicos y metaleros. Sin duda me echaría un baile.
El turno es para Hollywood Babilonia que comienza a afinar en el patio. Quizá porque es domingo, quizá porque aún no es quincena, quizá porque los tapatíos no apoyamos la escena o simplemente quizá porque el sol asustó al público; los pocos asistentes para esta hora somos en su mayoría medios. Hollywood Babilonia toca ritmos más tranquilos e introspectivos a los que se les nota cierta influencia del tipo de punk uruguayo que hace Trotsky Vengarán.

La tercera banda es Dicloro, los cuales tocan un punk que mama de la ubre de la vieja escuela californiana de los 90s: guitarras rápidas, una bataca que intercala varias velocidades y una voz melódica.

La tarde cae, el ambiente es templado, la gente comienza a hacer acto de presencia, quizá ya empiezan a salir de la modorra. En el patio del Foro, el turno es para Dead Bodies, continuadores de esas melodías tan características de una de las bandas míticas de la escena de Guadalajara, Días de Radio. Punk folclórico, me dice un amigo al que le pregunto por el estilo. Los Dead Bodies originalmente no estaban en el cartel, pero debido a que una de las bandas canceló, los huesudos improvisaron algunas canciones, que a pesar de ello, si hubiera estado mejor el ambiente, me hubiera echado unas birras abrazados con los amigos mientras coreábamos las letras al ritmo de un buen bailongo.

Me meto al salón del escenario principal. Mientras espero la siguiente banda, recibo una calco manía de, al parecer, uno de los integrantes de Falxa Alarma, según reza el sticker. A pesar del poco público, los músicos comienzan su acto. La energía se desborda en el escenario, el cantante va y viene, los guitarros bailan con su instrumento, el bataco destroza las tarolas. Al final se despiden con un mensaje en el que piden que sigamos apoyando la escena. Quizá, pienso, es nuestra apatía tapatía.

Me gusta más el escenario en el patio, y creo que también a la mayoría. Afuera no se siente ese ambiente claustrofóbico del salón. De repente comienzan a sonar Los Chonics. Al parecer son una especie de Me First and the Gimmes Gimmes mexicanos, pero en vez de cantar éxitos gringos, hacen covers de canciones de antro mexicanas: “Celos” de Daniela Romo, “La chica del bikini azul” de Luismi, “Si no te hubieras ido” de los Bukis, “Tatuajes” de Joan Sebastián, y algunas otras joyas del folklor mexicano. Todo esto ejecutado de manera exquisita por cuatro estrafalarios músicos en calzones. Pura diversión, lo que debería ser este festival.

Me tomo una pausa mientras toca otra de las bandas del cartel. La tarde muere y da paso a la noche. En el escenario del patio se prepara Altamar. Una vez inician se siente un electrizante melodicore o como mejor lo denominan: hardcore melódico. Mientras toca Altamar y me tomo una cerveza con mis camaradas, diviso a algunos integrantes de Satanic Surfers, los cuales caminan entre el público y alguno hasta escuchan a las bandas en turno.

Poco a poco el Foro comienza a tomar vida. En el escenario principal inicia el show de NOFNOG, originarios de la lejana Suiza. La gente expectante se empieza a aglutinar en el ruedo. Los europeos son pura potencia en el escenario, salto tras salto logran prender al público. Se arma el primer circle pit de la noche. Una tras otra las canciones se suceden mientras los alpinos ejecutan con maestría y rapidez su música. Un golpe aquí, otro allá, los empujones no se hacen esperar, por fin empieza la fiesta.


Cuando terminan los suizos, regreso de nuevo al patio. Ahí el ambiente se siente mejor, es quizá porque las bandas están a ras de piso. Otra agrupación local hace su aparición, We Step Out de Querétaro. Los foráneos tocan un potente hardcore melódico en el que se muestra la majestuosidad de las guitarras. El patio se ve lleno, todo lo contrario, al escenario principal. Es quizá porque el punk debe ser a ras de piso, me repito. Imagino cómo sería si tocarán en este escenario los Satanic. Mientras divago, se arma otro circle pit. Esto comienza a ponerse bueno; al final, quizá, era la modorra de la tarde.

Apenas termina We Step Out, comienza a sonar Antillectual de los Países Bajos. Los neerlandeses son una de las mejores bandas de punk melódico de la actualidad. El público mira atenta la presentación, la cual es realmente hipnotizaste. El cántate agradece a la gente que asistió. Hasta ahora es la mejor banda de la noche, dos amigos me confirman que son mejores, al menos a su modo de ver, que los estelares. En el escenario, el bajista no para de saltar y mover los dedos. La voz del guitarro es realmente agradable. Terminan con “I’m the one” de Descendents mientras la gente hace una vez más encore.




No hay tregua. Apenas cierra Antillectual empieza a sonar la penúltima banda del festival. Presaghio, banda de Guadalajara que toca un punk melódico de rápidos cambios de velocidad y adornado de unas enérgicas letras de protesta e inconformismo social. Para la desgracia de la banda, el sonido se escucha de la mierda, pero aun así el ambiente es de buen baile dominguero.

La noche todavía es joven, mi reloj anuncia las 10 pm. En un día normal de fiesta, eso significaría que apenas inicia el show. Sin embargo, Satanic Surfers ya se prepara en el escenario principal. Quizá porque es domingo y mañana la mayoría de los treintañeros que asistieron tienen que ir temprano a trabajar. A veces ser punk no lo es todo en la vida, también están las malditas responsabilidades.
Cuando supe del cartel del festival, me hice muy buenas expectativas. Sin embargo, me desilusionó la poca respuesta de la gente. Me preguntaba dónde estaban todos aquellos que abarrotaron el C3 cuando vino Pennywisse y NOFX, bandas coetáneas y de estilo similar a Satanic Surfers. Aun así, una multitud de personas comienza a concentrarse en el ruedo del escenario principal.
Los primeros compases comienzan a sonar, Rodrigo Alfaro toma el micrófono y entona “Egocentric” del EP quizá más hardcore y desenfadado de la banda, «Skate to hell». Al ritmo de «Why do you believe that you know everything/ Why do you think that you’re always right and never wrong» aparecen los primeros saltos, codazos y patadas del público. De repente el Foro ya no se mira vacío, los punks habían salido de su modorra y habían decidido abarrotar el frente del escenario. Aún me imagino cómo hubiera sido a ras de piso, como debe ser un show de punk rock. A “Egocentric” le sigue «Use a bee» del álbum «Hero our time», luego dos más que no reconocí en parte por la calidad del audio que no era precisamente la mejor. Cuando comienza a sonar «Puppet» con ese característico intro, decido lanzarme al efímero circle pit que se está formando:«surrounded by people who make your decisions living your live like a puppet on a string” berrea melódicamente Alfaro mientras los puños y codazos se estrellan en las espaldas de los individuos que componen esa masa amorfa maloliente. Apenas termina “Puppet” inicia “Even if time stood still” a lo que el público responde con más puñetazos y codazos. Las canciones se suceden rápidamente “Before it´s too late”, “Don’t tell us what we should do with our bodies, you filthy bastards”, “Nun”, “U+|R1” con la que los danzantes llegan al paroxismo. Los golpes no cesan, comienza el crow surfing, recibo una patada en el rostro pero no merma mi energía, al unísono repito “we can get through this together ‘cause you and I are one”.



No hay tregua, el calor es asfixiante. Canción tras canción: “Worn out words”, “The treaty and the bridge”, “Why”. Finalmente una pausa, solo para anunciar que tocarán la última canción: “Head under water”. Rodrigo salta como quinceañero por el escenario mientras los empujones y el crowd surfing se elevan a la categoría de deporte olímpico por parte de la masa sudorosa. ¿Quién dijo que las segundas partes no eran buenas?

La banda se retira, pero solo para hacerse del rogar. Comienza el encore, al parecer solo fueron a hidratarse porque regresan rápidamente al escenario para anunciar que ahora sí solo serán tres canciones más, agradecen también al público por lo grandioso que se han comportado durante la velada. Todo el show de Satanic Surfers ha sido un tornado destruyendo alguna granja gringa, y apenas son las 11, quizá porque es domingo, quizá.

“And the cheese fell down”, me acuerdo que cuando vinieron en el 2015 empezaron el show con esa. A esta le sigue una muy coreada en toda la noche: “Hero our time”, veo a un Rodrigo Alfaro poseído, dando saltos, yendo y viniendo, entonando cada estribillo. Pero todo lo bueno tiene que acabar. Había sido un inicio de primavera infernal, así me lo anunciaba la tarde desde que había salido de casa con ese sol omnipresente. Finalmente comienza uno de mis himnos juveniles “Good morning”:
“Who gave you the right to judge me
By the clothes that I wear
Or the rumours that you hear
I take pride in who I am,
I don’t need to fit in,
Don’t have to pretend that I»m something I’m not”
Sorpresivamente Rodrigo Alfaro se lanza al crowd surfing; ahí estamos cargando extasiados al héroe de nuestro tiempo. El ambiente es de locura:
“Say it to my face if there’s something you’d like to say
Say it to my face or just get the hell out of my way
If there’s something you dislike tell me now and take a hike
If there’s something you’d like to say
Say it to my, say it to my face“
Son las 11:15 y la segunda edición del Spring Fest llega a su final. En mi mente no me acabo de creer lo que acabo de presenciar. Me despido de los camaradas, regreso a mi vida común y corriente, esa donde la monotonía lo gobierna todo, con la esperanza de que los Satanic Surfers vuelvan el próximo año, pero para eso falta todavía mucho.
