Texto y fotografía: DAVID MELÉNDEZ
Los estrenos en materia de arte en la ciudad de Guadalajara, siempre son recibidos con suma algarabía.
Y Casa Patrice —esa casona antigua ubicada sobre Colonias y López Cotilla, que aglutina un sinfín de propuestas y empresas en su perímetro— se une para ofrecer parte de sus inmensos metros cuadrados para albergar exposiciones de artistas emergentes. Y en esta primera exposición estuvo el arquitecto tapatío de formación Guillermo Celis, el cual presentó su exposición titulada Población.
En poco más de quince obras generadas a partir de tinta y papel, Celis ofrece una curiosa visión geométrica donde la línea es la protagonista absoluta. Dichas líneas «representan» un millón de personas y estas nacen y surcan los diversos continentes del planeta tierra. Así, Guillermo busca señalar con precisión lineal el incremento de la población en medio siglo y, a su vez, las pequeñas variantes que ofrece la presión de la mano al dibujar cada línea; vaya, de «lejos», el cúmulo de líneas adquieren un tramado homogéneo que presenta una perfección geométrica. Pero al acercarse el espectador a cada obra, los detalles sutiles surgen de esa maraña de líneas y descubrimos ciertas imperfecciones. Con esto, Celis da una crítica no vedada sobre eso de que en la naturaleza no existe una perfección absoluta en las formas que nos rodean.
A Casa Patrice se dieron cita diversos invitados, amigas, artistas y socialités que degustaron de los tragos cortesía de Tequila 1800 Cristalino y de Cerveza Minerva. A su vez, toda la obra exhibida de Celis estaba a la venta y minutos después de las 23:00 horas, el buen don Paulo Orendain comunicó de viva voz que la pieza restante que faltaba en ser vendida ya tenía nuevo dueño, por lo que esta serie de exposiciones de artistas emergentes comenzaron con el pie derecho y la palabra «éxito» flotando por todo el ambiente.
