Texto para llenar el Palau Sant Jordi como Billie Eilish: DAVID MELÉNDEZ
Un «alias» permite transgredir fronteras propias tanto de personalidad como talento.
Tal es el caso de Linnéa Olsson, que al subir a los escenarios se transforma en Maggot Heart, una sueca adoptada por la envolvente ciudad de Berlín que comienza a hacer migajas de historia sonora con sólo un álbum y un EP de estreno que prendió los focos sobre su talento, tanto en creatividad como detrás de las seis cuerdas. Antes, Olsson estuvo en la agrupación The Oath y aunque tuvieron sus momentos de gloria, en 2014 dijeron adiós por problemas entre sus integrantes y Olsson, que terminó con una espantosa depresión que la hizo cuestionarse infinidad de cosas sobre el futuro. Y, mucho antes de tantas desgracias, ella fue periodista de conciertos para el rotativo sueco Svenska Dagbladet.
Su largo, Dusk To Dusk —editado en 2018 bajo el sello Teratoly Sound & Vision, donde también está editado su EP City Girls—, puede ser descrito como una masa madre de rock agreste procreado dentro de una caverna, con riffs rasposos e incisivos y cierto ropaje lúgubre. Cada una de sus nueve canciones resuena como con talante de estado alterado, gracias a esas guitarras con sabor a hierro remojado, que recuerdan a proyectos sonoros como The Jesus Lizard. Vaya, libertad y rebeldía por igual en un ambiente urbano de atmósfera seminal, ni más ni menos.
Pero el alias de Maggot Heart se complementa con Uno Bruniusson en batería y Gottfrid Åhman en bajo, compañeros y culpables directos de esta catarsis de flujo piroclástico. Por ende, esta primera visita a Guadalajara se da justo a tiempo para conocer todo lo referente a Maggot Heart y catar de forma directa su directo y que los oídos retumben como Dios manda y comanda, ante semejante embestida de distorsión con agudos a punto de cortar piel y músculo como si fueran navajas endiabladas.
MAGGOT HEART
5 de septiembre, 21:00 horas. Palíndromo. Juan Ruiz de Alarcón 233. Boletos: $150 pesos preventa y $200 día del evento.