*El Malilla prendió la escena en Guanamor, que se convirtió en una auténtica fiesta urbana
El sábado 25 de enero, el Guanamor Teatro Studio se convirtió en el epicentro del reggaetón mexa con la presencia de El Malilla, una amalgama de baile, energía y perreo al por mayor.
Desde las 19:00 horas, las puertas se abrieron para recibir a cientos de seguidores ansiosos, quienes disfrutaron de la música que un DJ se encargó de ambientar con ritmos conocidos del género y estilos afines, donde pronto se encontró a un venue casi lleno, el cual comenzó a calentar motores al ritmo de la tornamesa. Poco después, Omarcito Glock & Joss ML aparecieron en el escenario, subiendo la temperatura con temas que sus fans corearon sin reservas y pedían a los cantantes el encuerarse, además de que entre risas y gritos, los asistentes clamaban por la presencia del plato fuerte de la noche, El Malilla.
Cerca de las 22:00 horas, El Malilla apareció, desatando la euforia de sus fans. Canciones como «Zoom» y «Barbie ven« dieron inicio a una fiesta que estuvo marcada por las constantes interacciones entre los el reggaetonero y la audiencia a quien no quien no dudó en agradecer el apoyo y recordar sus orígenes del barrio, llevando la cultura «chaka» a todos los rincones con su música.
«Rebote», «Más tarde», «Azótame» y «Mami tu«, también estuvieron incluidas entre el setlist preparado, que agrego algunos remixes y hasta la Ñero Sesion. Con esto y más, el originario del Valle de Chalco puso a todo el mundo a perrear.
¿Qué más?, «Malisacatela», «Glow Kitty» y «Tiki», desfilaron en el oído de las «bandidas» y los «bellakos» presentes. El público enloqueció con cada canción
Muchos fans mostraban pancartas con frases como «¿Quieres ser el padrastro de mi hijo?«, además de algunas tangas que lanzaban a El Malilla en muestra de cariño, que eran bien recibidas con humor, las cuales eran mostradas y descritas.
Tras el espectáculo, muchos seguidores siguieron la fiesta en el after party anunciado en redes previamente, demostrando que la noche aún tenía mucho por ofrecer.
Texto: Roy Arce Foto: Diego Rodríguez