*Su Majestad Imperial Silverio hizo gala de su irreverencia, cachondez y candencia de ritmos en la celebración del primer aniversario del C4 Concert House

El pasado sábado 24 de mayo, se cumplió un año desde que se abrieron las puertas del C4 Concert House, un venue que ha venido a sumar con más eventos de distintos ámbitos a la escena local de Guadalajara. Para este primer festejo, tuvieron la genial idea de tener como invitado especial a Su Majestad Imperial Silverio, alter ego del músico guerrerense Julián Lede, quien se ha destacado por su legado en la historia de la música independiente de México.
El evento de aniversario lo abrió el DJ Fideo Cósmico quien, con un set potente, se encargó de calentar el recinto antes de la aparición de Su Majestad.
Pasadas las 22:00 hs., Silverio apareció en el escenario con un traje plateado, sus característicos botines negros y con su saludo que nunca falta, “aborígenes”, dando por iniciado el ritual al que ya tiene a muchos acostumbrados.

Silverio es un artista que detrás de una malla, como en esta ocasión, o completamente expuesto al público, presenta un espectáculo en donde el sudor, los insultos, la música electrónica y los gritos, se convierten en un tobogán por el cual se desplazan todas las emociones contenidas durante ese concierto; un vaivén de líquidos, mentadas de madre y rostros sorprendidos que terminan mezclándose para dar como resultado un show al que, sinceramente, no cualquier público está acostumbrado, y no solamente por lo grotesco, sino porque las condiciones sociales actuales en México y el mundo, denotan lo fácil que puede ser terminar siendo cancelados por alguna actitud que sea inadecuada o mal recibida por alguna minoría, haciendo entonces, que el trabajo artístico de Silverio sea un ejemplo de cómo trabajar sobre una delgada línea entre la cancelación y la aceptación, entre el arte y lo vulgar, pues digan lo digan; cimentado en su pasado, su persona y su talento como músico, Su Majestad Imperial Silverio sigue llenado de comentarios, controversia y buena música.

Y el ejemplo tangible de esta premisa, fueron los cientos de asistentes al C4 Concert House, quienes salieron del concierto con una sonrisa enorme que para muchos, terminó siendo terapéutico, ya que sacaron el estrés de una semana que, de ser cotidiana y llena de responsabilidades, terminó con un sábado de mucha emoción, con Silverio dejando atrás el traje plateado, los calzones rojos y se despidió de Guadalajara desnudo, como más cómodo se suele sentir.
Texto: Pich Valenzuela Fotos: Salvador Tabares








