*¡El show debe continuar! Little Jesus incendió el Teatro Diana con una noche estupenda. Hubo coros al unísono en «Azul», dedicatoria al ‘Bofo’ y un mar de luces que gritó «Presente». Si no estuviste, te perdiste la «Magia» del pop-rock

El pasado sábado 27 de septiembre, el Teatro Diana se convirtió en un templo de euforia indie. Little Jesús, en el marco de su gira El show debe continuar.
La noche comenzó con una intrigante demora de 20 minutos y con el recinto prácticamente lleno. La gente vio está demora pronto perdonada cuando las luces se apagaron y el icónico tema “Woke Up This Morning” de A3 (de Los Soprano) comenzó a sonar, con marcado tono cinematográfico mientras la banda tomaba posición. Desde ese primer segundo, el público se puso de pie en un mar de playeras de la banda y se convirtió en un organismo único que cantó, bailó y alzó las manos durante todo el viaje.
El setlist fue un recorrido perfecto por su discografía. Desde los acordes de “Tierra llamando a Sant” hasta el frenesí de “La magia”, la banda tejió un hilo emocional con su audiencia, pasando por «Los años maravillosos» y la siempre coreada «T.N.S.A.», entre otras, demostrando su versatilidad. Hubo momentos de comunicación, como cuando Santiago Casillas, vocalista, dedicó “Pase a la red” al exfutbolista “Bofo” Bautista , quien recientemente se vió envuelto en un escándalo en redes y quien llegó a ser seleccionado nacional.
Pero la noche tuvo picos de emoción pura. Durante “Azul”, la banda dejó de tocar y el coro de todo el teatro, al unísono y a capela, se elevó en un momento de catarsis colectiva que erizó la piel. Un instante mágico que rivalizó con el pedido de Casillas de encender las linternas de los celulares para “Presente”, transformando el teatro en un firmamento de luces titilantes que la banda capturó para la posteridad.
El guiño conceptual llegó con “El final del juego”, al final de la cual, la banda abandonó brevemente el escenario al compás del lamento de “Sur”: “Tú no estabas, cuando pensé que el mundo se iba a acabar”. Luego, Santiago exclamó, simplemente, «El show debe continuar”, dando paso al tema homónimo en un juego de palabras perfecto.
El espectáculo visual creció con luces de fondo que brillaban al ritmo de la música; en “Luna”, una gigantesca esfera disco descendió del techo, iluminando todo el venue durante el solo instrumental en un efecto verdaderamente espectacular. Con la energía a tope, dos de las principales peticiones de la gente llegaron a sus oídos; “Cabras” —con la voz en off de Jimena González flotando sobre la instrumentación— y el hechizo sonoro de “La magia”, abriendo el paso final a «Gracias por nada», «TQM» y finalmente, «Copa del mundo», en una ciudad que será sede mundialista en 2026
La noche no terminó en el Diana. Como epílogo perfecto, la fiesta continuó en el Pardo Club, en la zona de Chapultepec, demostrando que para Little Jesus y sus fans, la conexión y la celebración van mucho más allá del escenario. Fue una reafirmación: su magia sigue más viva que nunca.
Texto y fotos: Roy Arce












