*Balu Brigada dio un show increíble en el C4 Concert House marcado por la entrega mutua y las sorpresas. La banda y el público vivieron un encuentro que robó suspiros… y casi un beso.

El pasado sábado 4 de octubre, el C4 Concert House se transformó en un Portal dimensional que transportó a todos los asistentes directamente al vibrante corazón del indie rock neozelandés. Balu Brigada, desde Auckland, llegaron a la ciudad para presentar su aclamado álbum debut y terminaron encontrando un nuevo hogar entre los gritos de una devota fanaticada, en el marco del Portal North America Tour, la segunda en su historia nacida en 2016

Con las puertas programadas para las 19:00 hrs., la fila de fans comenzó a formarse desde las 10:00 hrs, un testimonio de la ferviente expectación. El preámbulo estuvo a cargo de Weapons, el proyecto del cantante, compositor y productor mexicano Andrés Sada quien, a las 20:00 hrs. encandiló a un recinto ya lleno a tres cuartas partes de su capacidad, quien con su mezcla de indie-soul y rock de tintes electrónicos hizo sonar temas «Suspicious» de su más reciente EP y algunos otros más de su catálogo, logrando con ello una respuesta impresionante: saltos, aplausos y nuevos fans que no los conocían, pero salieron fascinados con su sonido, donde al finalizar el evento completo y que compraron algún artículo de merch, lograron llevárselo firmado por el propio Sada, quien estuvo conviviendo con ellos.
Pero el clímax llegaría poco después de las 21:00 hrs, con el lugar prácticamente abarrotado, el «Portal Intro» impregnó el ambiente mientras Balu Brigada subía al escenario ante una multitud expectante. En la audiencia se mezclaban dos mundos: los superfans de Twenty One Pilots que los descubrieron, ya que los neozelandeses fueron los encargados de abrir sus conciertos en la más reciente gira de la banda de Ohio, y aquellos orgullosos puristas que los seguían desde antes, reivindicando su amor de primera hora.
El grupo correspondió a cada grito con una energía contagiosa y una gratitud genuina. Se mostraron visiblemente emocionados por el entusiasmo y por los regalos de los fans, entre los que destacó un peculiar peluche del Dr. Simi caracterizado al estilo de la banda, y un par de figuras de crochet, lo cual agradecieron por su interesante creatividad. El afecto fue un idioma compartido: el coro espontáneo de «Balu Brigada, ya eres mexicano» resonó con fuerza, sellando una adopción cultural instantánea. Pancartas con mensajes de amor y un intento de fan project (lentes de sol y broches de patito durante «Sideways») demostraron el nivel de dedicación de sus seguidores.
El setlist fue un viaje completo a través de su corta pero potente discografía. Desde el bounce indie de «Golden Gate girl» y «Sideways» hasta la reflexividad de «The question» y «What do we ever really know», la banda mantuvo un ritmo imparable. Sorprendieron con un cover de «Oblivion» de Grimes, que encajó a la perfección en su sonido, y cerraron con broche de oro con el emotivo mashup de «Find a way / Could you not». Sin olvidar otros como «Politix» o «Designer»
Sin embargo, la noche no terminó con la última nota. Cuando parte del público se retiraba, Balu Brigada tuvo el gesto de regresar para un meet and greet improvisado, algo que define a las bandas que realmente valoran a su comunidad y acercarse a ella para convivir, tomarse fotos y recibir abrazos. La prueba de esta conexión única la vive ahora una fan conocida como «V» (@v968904), quién en TikTok busca desesperadamente un video o foto que capture un momento especial:

Balu Brigada cruzó un portal más en su historia, y al otro lado encontró algo más que un público entregado: una comunidad que los adoptó con el corazón. Demostraron que, a veces, la respuesta a «The Question» es encontrar un lugar en el mundo como Guadalajara, rodeado de gente que te canta que ya eres de los suyos, por lo que sin duda, encontraron su camino (Find a Way) directo al corazón del público mexicano.
Texto: Roy Arce Fotos: Caro Pulido














