*Después de un sold out en marzo en el Teatro Diana, la banda chilena regresó al mismo recinto para constatar su fidelidad con los tapatíos

Los Bunkers siguen demostrando la convocatoria que tienen desde su regreso en el 2022. Su estilo rockero, mezclado con música popular chilena, les ha dado un lugar en toda Latinoamérica, agotando cualquier sitio donde se presentan, y Guadalajara no es la excepción.
El combo penquista conformado por Álvaro López (voz y guitarra), Francisco Durán (guitarra, teclados y voz), Mauricio Durán (guitarra y voz), Gonzalo López (tololoche) y Cancamusa (batería), arribó al escenario a las 21:10 h, respetando el orden cronológico de su MTV Unplugged con “No me hables de sufrir” y “Yo sembré mis penas de amor en tu jardín”, elevando el entusiasmo de todos los presentes, que ya tenían abarrotado el recinto, con los bailes infaltables de su frontman.
Luego, Francisco Durán tomó el mando en el micrófono para agradecer a la concurrencia. “Muchas gracias, vamos a hacer un recorrido por toda nuestra historia musical”, y continuó con “Las cosas que cambié y dejé por ti” y “El ruido de las cosas al caer”, sorpresa por primera vez en su versión acústica.
Un corte de guitarra texana le dio la introducción a “El necio”, autoría de Silvio Rodríguez; “Las calles de Talcahuano”, representante del sonido musical chileno, lució por el acordeón y el bombo de piso; “Canción para mañana”, fusionada con “Al final de este viaje”, remataron este bloque.
“Están prendidos, chiquillos”, dirigió López, colocando unos bongos al centro para declamar junto a Francisco “La exiliada del sur”, dejando a este último con “Me muelen a palos”, otro de los obsequios de la noche.
Entre anécdotas de colegio, Mauricio Durán presentó a Gregorio Medinagoitia, para lucir una completa rareza de su primera placa discográfica, “Entre mis brazos”, que fue acompañada de principio a fin por todo el conglomerado, y en la que también destacó la participación de la acordeonista mexicana Carmen Ruiz, llevándose la ovación total.
Después de “Rey”, que contó con la voz de Cancamusa, Mauricio saludó zona por zona a todo el público agradeciendo la presencia de todos. Un sonido de marimba se hizo presente en “Let´ em in” de Paul McCartney y un cuarteto de cuerdas hizo lo suyo en “Llueve sobre la ciudad” y “El hombre es un continente”, tema que inspiró la realización del MTV Unplugged.
Los cinco candelabros colgantes le dieron el toque perfecto al escenario, adornando la siguiente dupla de “Si estás pensando mal de mí” y “Quién fuera”, éxitos que se llevaron todo al unísono de tope.
El quinteto complementó en modo country el obligatorio “¡Oé, oé, oé, oé, Bunkers, Bunkers!”, prosiguiendo con las propositivas “Noviembre” y “La velocidad de la luz”, con un dulce sonido de armónica, y finalizó esta parte del encuentro con “Una nube cuelga sobre mí”, tema dedicado a los infantes presentes, demostrando que el show no solo sería escuchar los temas del disco, sino temas que también son esperados por todos.
“Quiero dormir cansado”, clásico del mexicano Emmanuel, “No hay nada nuevo bajo el sol” y “Miño” fueron la tercia que le ponía fin al desenchufado recital. Los catorce músicos en escena regresaron mixeando “La Negra Tomasa”, hit en la versión de Caifanes, con “Ven aquí”, cumbia que hizo mover los esqueletos de todos los reunidos.
Pero todo lo que inicia llega a su fin.“Llueve sobre la ciudad” y “Bailando solo” con la interpretación de “Heart of glass” de Blondie, concluyeron como se esperaba.
Texto: Eduardo Roel Fotos: Caro Pulido










