*El «Corazón Atómico» de Zoé estremece las Fiestas de Octubre en lo que, sin duda, fue un evento por demás estelar

La noche del lunes 6 de octubre, el Auditorio Benito Juárez vibró con una onda de energía cósmica y rock psicodélico, cortesía de Zoé. Ante un recinto abarrotado que se estima reunió a cerca de 35 mil asistentes, el grupo liderado por León Larregui ofreció un espectáculo memorable, logrando que el público se olvidara de los inconvenientes que enfrentaron algunos para ingresar al recinto, y se rindiera por completo a la atmósfera sonora que la banda entregó con su ya característico «corazón atómico».
El concierto, uno de los más esperados de la cartelera del Foro Principal de las Fiestas de Octubre, fue un rotundo éxito, con los boletos agotados con antelación, reafirmando el estatus de Zoé como uno de los pilares del rock en español en la actualidad.
Un auténtico viaje audiovisual

Desde los primeros acordes, la banda demostró su maestría para crear ambientes inmersivos. El montaje de luces y el diseño visual de las pantallas acompañaron cada canción, transformando el auditorio en un portal a otra dimensión. Los asistentes corearon a todo pulmón los himnos de la banda, que se han convertido en la banda sonora de varias generaciones.
La entrega del público fue total; cada canción se sintió como una catarsis colectiva, desde los temas más recientes hasta los clásicos ineludibles. Pese a que se reportaron algunos problemas de logística al inicio para el acceso, la conexión entre Zoé y sus «rocanlovers» fue inmediata y profunda. Una vez dentro, las preocupaciones se disiparon y solo quedó el fervor por la música.
Éxito masivo pese a los retos

La presentación de Zoé en el marco de las Fiestas de Octubre se consolida como uno de los eventos más concurridos de la edición, demostrando la capacidad de convocatoria de la agrupación. La seguridad, aunque reforzada en el perímetro, tuvo un desafío mayúsculo ante la afluencia masiva, lo que reitera la necesidad de optimizar los accesos en futuros eventos de esta magnitud.
Al final, la banda se despidió con la promesa de volver pronto a tierras tapatías, dejando a su paso una estela de euforia y la satisfacción de haber presenciado una de las actuaciones de rock más sólidas y queridas de la escena nacional. Zoé cumplió y, una vez más, nos recordó por qué su música sigue resonando tan fuerte en el corazón de sus seguidores.
Texto: Alicia Graciela Foto: Diego Rodriguez







