*Una noche cargada de reggae roots inundó al Teatro Diana

Pasó exactamente un año para que Los Cafres pisaran suelo tapatío de nueva cuenta. La banda bonaerense regresó para recorrer su trayecto sonoro que ya se acerca a los 35 años y así reafirmar su lealtad con el público jalisciense.
Cerca de las 21:00 h, ya con un aforo en su totalidad, las luces se apagaron, haciendo sonar una serie de frecuencias que encendieron el ánimo del cúmulo reunido. «¡Vamos, Cafres», grito un asistente, abriendo punta para que la legión rasta presente, palmeara constantemente, animando a dar inicio al encuentro.
Una introducción apaciguada fue el opening en manos del combo conformado por siete músicos, cuando de repente la voz de Guillermo Boneto se hizo notar para emitir «Viento», uno de los recientes sencillos, aunada a «Prefiero», y rematando esta tercia con el clásico «Velas y sahumerios». La siguiente flecha al aire fue «Las preguntas», último lanzamiento que sonó en toda su elegancia, pero «Aire» robó el oxígeno, haciendo sonar a todos al unísono.

De pronto los emblemas «Tus ojos», «Suena la alarma» y «La música», recorrieron el trayecto de antaño, mientras que «Imposible» y «Barrilete» lo renovaron. «Este año se cumplen 30 años de ´´´´´Instinto, así que vamos a hacer un segmento para recordarlo», dirigió Guillermo para declamar «Sólo un pensamiento», «Duro remedio», «Dreadlocks» y «La foto de Zapata», haciendo un resumen del álbum festejado. Boneto convoca: «Chingón, viva México, cabrones», despertando al ente con el obligado «Oé, oé, oé, oé, Cafres, Cafres».
«Muia», «La naturaleza» y «Acto salvaje», fueron las siguientes piezas que mantuvieron el ritmo y su frecuencia. La intimidad de «La flor», «Sigo caminando», y el teclado inconfundible de «Órbita», hicieron el momento más ameno del recital.
Guille jugó con el público al estilo Freddy Mercury, prosiguiendo con «Dale!», y rematando el bloque con los temas «Hace falta» y «De mi mente».
La resistencia para despedir a Los Cafres era inevitable, obligándolos a regresar y propagar su lealtad antes los tapatíos con «Si el amor se cae», «Casi q’ me pierdo» y «La receta», sumando más de dos horas de show y poniendo punto final a este capítulo.
No se necesitó un escenario imperial, la tercia original con Guillermo Boneto (voz), Claudio Illobre (teclados) y Gonzalo Albornoz (bajo), complementada con Manuel Fernández Castaño (saxo), Guillermo Rangone (trompeta), Víctor Raffo (guitarra), Demian Marcelino (guitarra) e Iván Mustapich (batería), demostraron que su vigencia está más viva que nunca.

Texto: Eduardo Roel. Fotos: Diego Rodríguez.











