*El Two´r Amigos fue un derroche de éxitos de más de dos horas y media en el Auditorio Telmex por parte del dúo dinámico Emmanuel y Mijares

Doce años se dicen fáciles, pero significan demasiado. No cualquier proyecto dura lo que esta dupla se ha mantenido en el gusto del público, quienes cada vez que se presentan, abarrotan y dejan claro que quieren seguirlos viendo en ese formato.
Año con año, Emmanuel y Mijares hacen parada obligatoria en Guadalajara. Su ´Twor Amigos ha sabido posicionarse por más de una década, y parece que seguirá vigente por muchos años más.
De entrada, una producción intachable: 17 músicos en escena, pantallas de alta definición, visuales ad hoc para cada tema y, sobre todo, dos amigos en el escenario, mismos que demuestran una química como muy pocos lo hacen.
Ya con un Auditorio Telmex en su totalidad, a las 21:15 h, empezó la fiesta. Al centro, los protagonistas de la noche, al ritmo de “Bella señora”, arribaron al escenario, con una elegancia impecable. “Gracias, y recuerden que vivir es increíble”, fueron las palabras de Manuel Mijares, quien se quedó en solitario para hacer un recorrido por sus grandes clásicos como “No se murió el amor”, “Qué puedo hacer yo con tanto amor” (a capella acompañado de sus coristas), “Nube azul” y un medley conformado por “Me acordaré de ti”, “Siempre” y “Que nada nos separe”, temas abordados con pinzas por cada uno de los asistentes.

Siguió la voz tenor de Emmanuel; el torero hecho cantante se plantó para hacer gala del “Rey azul”, “Es mi mujer” y su primer medley, que incluyó “Tengo”, “Este terco corazón”, “Pobre diablo”, “Quiero dormir cansado” y “Detenedla ya”, demostrando el dominio que sigue conservando a sus 70 años.
La dupla de percusiones hizo muy bien lo suyo, ambientando y regresando al público a ponerse de pie y proseguir al beat de “Corazón de melao” y “Baño de mujeres”, con Mijares en saco blanco y Emmanuel a rayas, estilo Beetlejuice.
Los cambios de vestuario fueron notables. En “Soldado del amor”, fue imprescindible la indumentaria de capitán. Sin embargo tenía que llegar el momento emotivo y chusco de la velada con “Si me tenías”. En esta, “Manuelito”, como le dice su expareja al cantante barítono, bromeó con el aforo al decir “Yo no he pasado por esa situación”, logrando una interpretación magistral acompañado de su tecladista.
“El día que puedas” fue la siguiente pieza, continuando con un par de hits a dueto con las clásicas “No hace falta” y “Tengo mucho que aprender de ti”, rematando con una reflexión de gratitud hacia Dios por parte de Emmanuel.
Los cantantes saben disfrutar y se dan sus gustitos; así sucedió con la rockera “No voy en tren” del argentino Charly García y “Sweet Caroline” de Neil Diamond, donde ambos se colgaron sus guitarras para sorpresa de muchos. La noche amenazó con llegar a su final y fue anunciado con el par “Tú y yo” y “El rey de la noche”, despidiéndose, y sabiendo que sería imposible dar su regreso por terminado.
El encore se hizo esperar varios minutos, pero nadie se movió de sus lugares. Mijares fue el primero en salir nuevamente con sus infaltables “Para amarnos más” y “El privilegio de amar”, dando fin a su catálogo y pasando la batuta a Emmanuel, quien deleitó con una cuarta final conformada por “La vida caminaba sola”, “Sentirme vivo”, “La chica de humo” y “La última luna”, en la que la orquesta acompañante se mostró excelsa, dejando a todos boquiabiertos.
No pudo haber mejor selección de repertorio y se notó en la felicidad de los presentes, de entre los que destacó la suma de nuevas generaciones.
Texto: Eduardo Roel Fotos: Diego Rodríguez





