*Después de cambios de sede, rumores y todo tipo de obstáculos, Evaristo Páramos cumplió con sus fans y se presentó en Guadalajara
La noche del sábado 21 de junio, el Sede Stage fue el epicentro de un cataclismo sonoro cortesía de Evaristo Páramos. Después de múltiples cambios de venue y la incertidumbre climática debido al huracán Erick el icónico vocalista de La Polla Records, Gatillazo, The Kagas, The Meas, y Topa do Carallo se presentó ante una audiencia sedienta de la cruda energía del punk. Evaristo demostró que, a pesar de los años, su voz sigue siendo el afilado estandarte de la inconformidad y la crítica social. Con casi 5,000 almas congregadas, el ambiente era una olla de presión a punto de estallar, y Evaristo no defraudó.
El pasado 15 de febrero se anunció en las redes de Zignia la visita de Evaristo al país con tres fechas, el miércoles 18 de junio en la Arena Monterrey; el viernes 20 de junio en la Arena México y el sábado 21 de junio en la Arena Guadalajara, siendo la fecha de Monterrey la única cancelada.
Sin embargo, tras las vicisitudes de la Arena Guadalajara con las constantes postergaciones de su apertura, el evento pareció seguir la misma suerte del resto de los conciertos que fueron pospuestos o cancelados. Pero, tras su reprogramación en otros recintos como la Concha Acústica o Teatro Estudio Cavaret, finalmente el encuentro con Evaristo pudo concretarse en Sede Stage respetando la fecha programada desde un inicio.
Con una actitud desafiante y su característica presencia imponente, Evaristo irrumpió en el escenario electrizando al público, que lo recibió con un rugido ensordecedor. Acompañado por su banda proyectando a la perfección la esencia del punk , el concierto fue una descarga ininterrumpida de himnos generacionales. No hubo tregua, sólo una embestida sonora que invitaba al slam y a la reflexión.
El repertorio fue un viaje a través de la vasta discografía del español, entrelazando 40 temas entre los clásicos de La Polla Records que provocaron la euforia colectiva, así como con temas de sus proyectos más recientes de The Cagas y The meas. Canciones como «Salve» y «No somos nada» resonaron con la misma urgencia y rabia que cuando fueron escritas, demostrando la atemporalidad de sus letras. Evaristo, con su voz rasgada y potente, desgranó versos cargados de desilusión, burla y un inquebrantable espíritu de lucha contra el sistema. Entre canción y canción, sus comentarios irónicos y mordaces sobre la política, la sociedad y la condición humana encendieron aún más el ánimo de la audiencia, provocando aplausos y gritos de complicidad.
El Sede Stage se convirtió en un caldero de sudor, cerveza y gritos, con el público entregado por completo a cada estrofa y cada acorde. La interacción entre Evaristo y sus seguidores fue constante; cada coro desbordaba pasión y el slam, en el centro de la pista, era un remolino de cuerpos moviéndose al unísono con la música. Fue una noche que trascendió, convirtiéndose en una catarsis colectiva, un recordatorio de que la voz del punk sigue siendo una herramienta poderosa para cuestionar y resistir.
El encuentro fue una reafirmación de que el espíritu punk está vivo y que su principal predicador sigue siendo tan relevante y provocador como siempre. Una noche inolvidable para los amantes del género y para cualquiera que busque una dosis de honestidad brutal y desenfrenada energía.
Gente
EVARISTO
Texto: Alicia Graciela Fotos: Salvador Tabares















































