*Epica se reeencontó en Guadalajara con sus entregados seguidores en un concierto inolvidable en el Teatro Estudio Cavaret

El domingo 25 de mayo se concretó uno de los encuentros más esperados por los fans del metal sinfónico. La imponente banda neerlandesa Epica estuvo en el Teatro Estudio Cavaret complaciendo a sus seguidores hasta alcanzar el estado de éxtasis metálico y sinfónico, con una demostración magistral de su potente sonido y la cautivadora presencia escénica que los caracteriza.
Con la carismática Simone Simons al frente, con su potente voz viajando de rangos operísticos agudos hasta guturales más profundos, resonó con una claridad impactante en cada rincón del recinto. Epica entregó un setlist contemas clásicos como «Cry for the Moon» y «Sancta Terra» entrelazándose con fuerza con material de sus álbumes más recientes, demostrando la evolución constante de la banda sin perder su esencia.
La inexpugnable química entre la banda quedó de manifiesto con un Mark Jansen poderoso en las guitarras y los gruñidos, complementando a la perfección la teatralidad de Simons. La sección rítmica, conformada por Coen Janssen en los teclados, Rob van der Loo en el bajo y Ariën van Weesenbeek en la batería, cimentó la estructura sonora con una precisión impecable, creando una atmósfera densa y grandiosa que envolvió al público. La interacción de las proyecciones visuales con la música añadió otra capa de inmersión, elevando la experiencia a un nivel casi cinematográfico.
Los asistentes corearon cada letra y se entregaron por completo a la energía de la banda, creando una experiencia catártica que reafirmó su estatus como una de las bandas más importantes y respetadas del metal sinfónico a nivel mundial.
La banda se despidió prometiendo un pronto regreso, dejando a los espectadores anhelando ya su próxima visita.

Foto: Favian Blanco Texto: Alicia Graciela











