*Lupita D´Alessio se despidió definitivamente de los escenarios con una emotiva y nostálgica presentación en la Arena Guadalajara
«La decisión está tomada, no hay vuelta atrás», declaró Lupita D´Alessio al emprender su gira Gracias, misma que la llevó por los escenarios más emblemáticos de México y Estados Unidos para un último encuentro con su público. El motivo de la despedida de la Leona dormida no obedece a motivos de salud, sino simplemente a su deseo de llevar una vida más relajada y familiar, por lo que cada escala de esta gira representó una oportunidad irrepetible para desgarrarse el alma a coro con su imponente voz.
Así, luego de varios meses y varias despedidas, llegó el turno a Guadalajara para decir adiós a la cantante tijuanense. Turno que no correspondió sólo a los tapatíos sino a todos sus seguidores, pues la Arena Guadalajara fue el último destino de la gira y el lugar que la interprete de «Mentiras» eligió para cerrar con broche de oro su carrera.
Fueron más de siete mil almas, prevenientes de distintas latitudes, las que se congregaron en el recinto para acompañar a D´Alessio en el último de los encuentros, un concierto en el que se entregaría todo por parte de todos.
Pasadas las 21:30 hrs, Ernesto D´Alessio se apersonó en el escenario, enfundado en un traje rojo intenso, resaltado por un juego de luces y acompañado por los músicos que han estado a lado de su madre en gran parte de su trayectoria, para calentar motores interpretando diversos temas de Joan Sebastian, José José, Juan Gabriel, Armando Manzanero, entre otros, como «Secreto de amor», «Hasta que te conocí», «Adoro» y rematar con «Amor / Contigo me da igual», tema de Lupita D´Alessio, dejando todo listo para el gran momento.
Así, pasadas las 22:00 hrs., luego de un video remembrando los momentos más especiales de su vida, Lupita D´Alessio hizo su entrada triunfal en medio de la algarabía total, de brazos abiertos a su público interpretando «¿Cómo se llama?», seguido de «Hazme olvidarlo» y «Aquí estoy».
Visiblemente emocionada, y durante una breve pausa, dedicó unas palabras: «Gracias por estar aquí en esta despedida. No es fácil tomar esta decición, pero creo que tengo que descansar, disfrutar a mi familia en la vida que me quede», y agregó «Fueron 54 años dedicados a la música, para la música, productores, managers, grandes compañeros, pero sobre todo el cariño de ustedes, porque no hubiera llegado a 54 años cantando» Así mismo, enfatizó el gran cariño que tiene por la ciudad, motivo por el cual escogió esta sede para su despedida definitiva.
Luego, aprovechando la presencia de su hijo en el evento, lo invitó a regresar al foro para cantar a dueto «Ni guerra ni paz», un acontecimiento que quedó marcado como uno de los más memorables de la noche. «¡Cuántas leonas hay aquí!», preguntó la cantante, y a la respuesta entusiasmada del público, respondió con la interpretación de «Leona dormida», uno de sus éxitos más reconocidos.
D´Alessio dedicó una parte de su show para homenajear a Juan Gabriel con «Costumbres», se siguió con «No preguntes con quién» y luego con un popurri enre los que destacaron «Lo siento mi amor», «La diferencia», «Inocente y pobre amiga» y «Ese hombre». Y, por si los ánimos del auditorio no estuvieran en los niveles de éxtasis más altos, les inyectó una pequeña dosis adicional con «Qué ganas de no verte nunca más» y «Sé que Dios me ama».
El paso del tiempo fue consumiendo la noche hasta el momento de la inminente despedida, que no sólo conmovió a sus miles de seguidores, sino que también dejó a flor de piel la nostalgia de la implacable narradora del despecho: «Los voy a extrañar muchísimo, voy a extrañar sus aplausos, su cariño. Están correspondidos de la misma manera»; mientras tanto, sus palabras se fueron amalgamando con los acordes de «Mudanzas», un tema y, finalmente, cerró sus más de cinco décadas de trayectoria con «Mentiras», agradeció con todo derroche de energía acompañada de sus eternos músicos, y desapareció en las penumbras de la Arena Guadalajara, dejando en el aire, para la perpetuidad, el peso de la leyenda de una leona dormida que cumplió sus sueños.
Texto y fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»