Texto: DAVID MELÉNDEZ
Las noches altruistas se celebran como fuegos artificiales.
Sobre todo cuando se tratan de esas veladas organizadas por la Fundación Black Coffee Gallery, de la mano de su directora Yetzi Oseguera, que sirven para apoyar a los niños de escasos recursos en situación de abandono, además de apoyar a los caficultores de Oaxaca y sus familias, los cuales producen uno de los mejores cafés de México.
En esta ocasión y de nueva cuenta, el convite tuvo lugar en Terraza Andares, donde a partir de las 20:00 horas se dieron cita distinguidas familias de la sociedad tapatía, así como prominentes artistas plásticos (como Víctor Hugo y Yuri Zatarain, entre otros) y la entrañable visita del maestro oaxaqueño Maximino Javier, quien fue el homenajeado de la noche.
Los asistentes tuvieron el placer de admirar una pequeña retrospectiva propiedad de la Fundación Black Coffee Gallery de la obra del maestro Maximino —que arrancaba desde 1974 con su cuadro titulado “La cosecha”—, y se extendía hasta nuestro días con “Pasión sobre siete leguas” (el cual, de hecho, fue subastado durante la noche con un precio de salida de un millón 170 mil pesos), en un viaje pictórico donde se mostró todo el colorido de su paleta y la manera tan capital de mezclar diversas tonalidades y texturas.
En esta ocasión, la atmósfera estuvo plagada de detalles de las tierras de Oaxaca. De entrada, estuvo encabezada por la presencia y degustación del mezcal Los Cuerudos (Tradición Chagoya) y que en Guadalajara se puede encontrar en Rincón Oaxaqueño (Avenida La Calma 3561). Además, la cena de tres tiempos ofrecida durante la gala tuvo ese toque oaxaqueño sutil pero altamente mexicano y fue creada por el chef César Reynoso. Primero se ofrecieron empanadas rellenas de pollo y Amarillo, para después continuar con un suculento osobuco de cerdo (con mole oaxaqueño coloradito, xoxoyotes y ejotes salteados) y finalizar con un postre de gaznates oaxaqueños con nieve regional.
Pocos minutos antes de las 22:00 horas, Yetzi Oseguera tomó el micrófono para agradecer a todos los presentes y, además, llamar a Patricia Montelongo y Eugenio Partida para que presentaran la primera sorpresa de la noche: el libro Del Júbilo a la Pasión, que es el octavo número del sello editorial Black Coffee Gallery y no es otra cosa que un libro conmemorativo en honor de Maximino Javier (donde Montelongo funge como coordinadora editorial y Partida integra al libro un texto alusivo a la obra de Maximino), donde se presentan sus cuatro décadas de trayectoria e integra 135 piezas de su autoría en sus páginas, con un tiraje de tres mil 100 ejemplares.
Enseguida, se proyectó un video conmemorativo con intervención propia de Maximino, además de la participación de sus colegas Tomás Pineda Matus y Abelardo López. Aquí, el maestro oaxaqueño compartió desde su taller con los espectadores el hecho de que es daltónico y le “resulta muy difícil hablar del color” y que siempre que elige alguno lo hace “por intuición”.
El detalle de color lo puso muy en alto la pequeñita Fabiola, quien a sus escasos seis años presentó un cuadro de gran formato titulado “Estrellitas”, y que se ofreció también en subasta a un precio de salida de 20 mil pesos. Aparte, se rifó entre los presentes una obra que donó el artista plástico José Luis Malo.
Como siempre, la Fundación Black Coffee Gallery fue una excelente anfitriona de la velada de la mano de su directora Yetzi Oseguera, y la sonrisa de sus invitados se vistió de arte, buena cocina y excelentes tragos.





























