Texto: Monik Aldama
Después de 15 años, regresa la historia ridícula y absurda del mundo de la moda, Zoolander 2.
Pero, ¿en realidad valió la pena haber hecho una secuela de la misma?
Sin temor a equivocarme puedo decir que «sí» y la película, de principio a fin, está plagada de la típica comedia estúpida que nos encanta disfrutar sin meternos en aprietos de entender una gran trama. Así que 15 años era el tiempo necesario para que resultara este humor bien hecho a la Ben Stiller.
Co-escrita y dirigida por él mismo —sin mencionar que es uno de los protagonistas de la historia—, Stiller nos sigue demostrando que hace comedias que funcionan, y lo deja claro desde el inicio con ese gesto donde actúa su Aqua vitae (sí, esa mirada «azul acero») para matar a Justin Bieber (lo cual agradezco) y capturando dicha acción con una popular selfie que sirve como detonante para que todas las acciones se desarrollen.
Así nos topamos a Derek Zoolander (Ben Stiller) y Hansel McDonald (Owen Wilson), que son elegidos para resolver estos curiosos asesinatos que acechan a las estrellas del pop, y que solo ellos pueden detener, elegidos por la siempre sexy y sensual agente Valentina Valencia (Penélope Cruz).
Zoolander 2 nos ofrece un banquete de celebridades, donde podemos ver desde los Jonas Brothers, Naomi Campbell, y hasta al mismo diseñador Valentino Garavani, todos los cuales le dan un plus a la cinta pero sin trascender.
Zoolander 2, es un filme que funciona por el ridículo y la burla a la realidad.
ZOOLANDER 2. Dirección: Ben Stiller. Con Ben Stiller, Owen Wilson, Penélope Cruz y Christine Taylor. Duración: 112 minutos.