Texto: DAVID MELÉNDEZ
Fotografías: DIEGO RODRÍGUEZ COVARRUBIAS
Contadas ocasiones se guardan en el corazón ciertas coordenadas para el recuerdo.
No existe razón para mentir: el Festival Coordenada 2016 fue redondo, entrañable y disfrutable en altas dosis. Muchos pensaban que con el detalle del ID Coordenada —pago sin efectivo que funcionó por medio de recargas para “comprar” cualquier cosa dentro del evento—, sucedería eso de que el sistema se “caería” y todo colapsaría hasta volverse un reverendo caos. Pero cualquier buen augurio se cumplió al pie de la letra y más de 20 mil personas se divirtieron de lo lindo. Y, claro, sucedió que ni siquiera el cabeza de cartel (Los Fabulosos Cadillacs) tuvo tantos espectadores presentes al momento de salir a brindar su directo como lo tuvo Capital Cities, que en punto de las 21:00 horas abarrotó (lo que se dice abarrotó porque nadie podía entrar o salir a menos de que se abriera paso por la fuerza a través de la muralla humana) el escenario Indio Pilsner Plata Stage. Muchos todavía se preguntan la razón por la cual Capital Cities no cerraron la noche.
Todo comenzó con los argentinos de Cállate Mark y también sucedió que hubo más público que de costumbre en materia de festivales que tienen lugar en tierras tapatías. Pues, bien, ya estaban listas y adentro desde las 13:00 horas cientos de personas para vivir el Coordenada 2016 a todo vapor y exceso. Así que el funk rasposo con rock de furia contenida de la banda del hijo de Vicentico (muchos se dieron cuenta de este “pequeño” detalle horas después de su presentación) cumplió y dejó un grato sabor de boca. Enseguida, el combo pop de JotDog (liderados por María Barracuda y Chiquis Amaro) también se echó a los presentes en la bolsa, con ese directo bien engrasado que dieron con cuatro músicos sobre el escenario (a destacar las tecladistas cuatas que cautivaron a todos con su belleza y secundaron cada coreografía de María).
Enseguida, Triciclo Circus Band, Nana Pancha y De Nalgas, pusieron a berrear a parte de los presentes con energía desbordada y ritmos de otras latitudes y destellos punk. Comisario Pantera, Camilo Séptimo y Troker fueron subiendo la intensidad de la emoción mientras las zonas de jardín, los espacios de los Food Trucks, y varias zonas de juegos y ganancia de productos de todas las marcas patrocinadoras y participantes, ya hervían con muchísimos presentes que no ocultaban sus ganas de pasársela excelentemente bien.
Pero con Quiero Club e Inspector llegaron los primeros bailes en masas (hasta slam con la banda comandada por el buen Big Javy) y el sudor comenzó a correr por la piel. Estas dos bandas originarias de Monterrey —una netamente de pop rock y la otra navegando en ska, reggae y rock clásico—, puede decirse que son consentidas de los tapatíos y ambas llegaron con sorpresas gratas: Inspector festejando sus 20 años sobre los escenarios y Quiero Club estrenando su nuevo sencillo, “Tensión”, de su próximo cuarto disco en estudio.
Toda una revelación resultó Meme, integrante de Café Tacvba que para este Coordenada cumplía su segunda presentación solista de toda su carrera y la sacó adelante con creces, con guitarra acústica en mano y solamente su voz, para después agregar una banda bien cimentada (y formada por sus dos hermanos) y hasta echarse un cover de “Querida” de Juan Gabriel en versión libre y de ritmo envolvente. Todas las canciones ya famosas que ha compuesto para diversas películas estuvieron en su set y hasta bailó como si estuviera poseído por algún demonio rítmico de chuscos pasos.
Con Los Amigos Invisibles se dio el primer gran bacanal de baile cuando el sol caía casi a plomo sobre los asistentes, mientras que León Larregui brindaba un directo hipnótico que a muchos encantó. Es cierto, a veces se nota falto de intensidad sobre los escenarios pero nadie puede negar el empuje total que tiene sobre las nuevas generaciones que lo consideran casi un Ungido. Lo mismo pasó con Carla Morrisoon: cientos de personas llegaron corriendo eufóricas para presenciar su directo pausado y donde su voz fue la verdadera estrella.
Y los primeros que hicieron que el pequeño escenario de Viva Aerobus vibrara hasta sus cimientos, fueron los australianos de POND, que dejaron impactados a todos aquellos que nunca los habían escuchado, con ese rock alternativo furioso que se expandía hasta el cielo sin problemas y que sorprendió a propios y extraños. Después, sobre el mismo escenario llegarían Abominables y Triángulo de Amor Bizarro que, en verdad, trituró cada pasividad nocturna con sus guitarras a punto del ruido insurrecto.
Sobre el Indio Stage, llegaron uno de los más esperados, Bloc Party, que festejaron que su directo del Coordenada sería el último de este 2016 y Kele Okereke y compañía se pusieron a ofrecer sus éxitos de toda la vida, demostrando que a pesar de que han estado a punto de tirar la toalla, siguen adelante. Cabe destacar que su nuevo bajista, Justin Harris, y su baterista Louise Bartle están más que embonados a su sonido actual. Sobre todo Bartle, que pone electricidad en la batería con un prístino sonido y astucia rítmica de alto octanaje.
Sobre el Agave Stage, primero Juan Cirerol cumplió de forma justa. Se nota que anda en un periodo fuera del atasque decadente que muchas veces ha “presumido” y ahora hasta sonríe entre canción y canción. Robi Draco Rosa fue una locura, un verdadero vendaval sobre el escenario, con unas versiones de sus canciones atascadas a más no poder, chorreando blues mortífero y excesos melódicos. Todo un espectáculo verlo moverse como si la lujuria y locura hubieran conquistado su cuerpo. Todo un caso. Y, bueno, los colombianos de Bomba Estéreo inmensos y entregados al tope. Tan sólo lamentamos que su directo haya sido opacado por diversas fallas de sonido “graves”, sobre todo al arranque de su presentación.
Como ya lo dijimos, Capital Cities fue una fiesta infernal, mientras que Illya Kuraki & The Valderramas endiabló a todos, al igual que el rock áspero hasta la estratósfera de Wolfmother. Sí, Porter generó una curiosa atmósfera con la intensidad cambiante de su repertorio, pero todos cantaron sus temas mágicos de su primer disco, mientras que S7N todo lo trituró con su metal explosivo.
Que cerraran la fiesta el set como dee jays de Cut Copy fue algo que sirvió para que sucediera la retirada o espera perfecta, mientras la medianoche caía sin freno. En lo que respecta a Los Fabulosos Cadillacs, sí, son leyenda y como tal hay que rendirles pleitesía, mas sus directos parece que han perdido algo de la magia de aquellos mozos años de los 90’s. Muchos esperaban algo telúrico, algo estruendoso, y obtuvieron unas canciones correctas con ese dejo de nostalgia necesario para hacer que cualquiera se emocione a la mínima provocación.
En general, un Coordenada 2016 redondo y perfectamente maduro, con una organización mejorada y que evitó tumultos en ciertas zonas, porque los espacios en esta ocasión fueron bien cuidados. Tan sólo se requeriría una verdadera compenetración en elegir a los cabezas de cartel para dejar la estela de perfección sonora impoluta.
