La Fundación Alejandro Fernández, el Gobierno del Estado de Jalisco, el Sistema de Asistencia Social y la Secretaría de Cultura de Jalisco unifican esfuerzos y concretan una noche histórica en el Hospicio Cabañas con «Cena con Causa. Un eco por la niñez»
Texto: Karen de Alba González Fotos: Gobierno del Estado/Luis Gómez Sandi «Lags»
El Instituto Cultural Cabañas se cubrió de gala. Todo su esplendor arquitectónico lució iluminado y radiante aún más de lo acostumbrado. El mismísimo Hombre en Llamas, el dador del fuego a la humanidad, descendió de lo alto de la cúpula de la Capilla Mayor para dar la bienvenida a los cientos de asistentes congregados la noche del miércoles 3 de noviembre por una causa común: hacer de la música un vehículo de rescate a la niñez marginada.
En la explanada del Hospicio Cabañas, ante el asombro y curiosidad de los transeúntes, desfilaban en una improvisada pasarela de glamour autoridades, invitados especiales y personalidades del espectáculo. Paty Chapoy, Luis de Alba, Julio Preciado y Francisco «El Gallo» Elizalde fueron algunos de los personajes destacados que se dieron el tiempo para ofrecer entrevistas y hasta a tomarse fotos con algunos de sus admiradores.
Adentro, en el patio mayor, un evento sin precedentes estaba fraguándose entre luminarias, mesas elegantemente decoradas, un ir y venir de meseros, staff y medios de comunicación tratando de dar lo mejor de si para hacer de la noche algo inolvidable.
El ajetreo no fue para menos. El Gobierno del Estado de Jalisco y la Fundación Alejandro Fernández en coordinación con el Sistema de Asistencia Social y la Secretaría de Cultura unieron esfuerzos para recaudar fondos en apoyo a la activación de distintos Núcleos ECOS en comunidades con rezago social ofreciendo la «Cena con Causa. Un eco por la niñez» reuniendo a cerca de 900 personas para disfrutar de una velada y, al mismo tiempo, ayudar una noble causa.
En la tarima principal, luego de la bienvenida oficial por parte de los conductores, la Orquesta Filarmónica de Jalisco hizo acto de presencia interpretando con impecable armonía algunos temas clásicos de la música mexicana como el «Huapango Moncayo» y, posteriormente, acompañó al Mariachi Infantil ECOS Cirilo Marmolejo tocando canciones como «Los Arrieros«, «El Carretero» y «¡Ay, Jalisco, no te rajes!» finalizando con «El son de la negra«, «Dios nunca muere» y «Cielito Lindo Huasteco«.
Erick Alejandro Valdéz López, integrante de este mariachi y quien inició su formación musical en un Núcleo ECOS hace diez años en Tlajomulco de Zuñiga, agradeció profundamente en nombre de sus compañeros el apoyo a los colaboradores con esta causa especialmente a Alejandro Fernández, a quien admira.
Por su parte, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez refrendó el compromiso con la niñez del Estado e hizo una reflexión sobre todas las alegrías que la pandemia ocultó entre las sombras y la satisfacción de reunirse nuevamente a celebrar la vida. Reconoció las aportaciones de Alejandro Fernández a través de su fundación y lo alto que pone el nombre de México ante el mundo con su talento.
De igual manera, la coordinadora del Voluntariado Jalisco Solidario, Joanna Santillán Álvarez, recordó con la voz entrecortada por la emoción la importancia de apoyar a la niñez jalisciense y destacó la importancia de que la música se convierta en una oportunidad para mejorar y transformar sus vidas.
Finalmente, Alejandro Fernández agradeció a los asistentes por su apoyo y destacó la importancia que ha tenido la música para si mismo y toda su familia. Declaró sentirse alegre y satisfecho por sumar su fundación a labores altruistas en pro del desarrollo musical de la infancia y poder colaborar con ECOS «para cambiar la vida de los niños que más nos necesitan«.
Poco después de concluido el protocolo oficial de agradecimientos y mientras los asistentes aún disfrutaban de la cena, en el centro del Patio Mayor fue revelándose entre luces progresivas un pequeño escenario donde, sorpresivamente, apareció Alejandro Fernández acompañado de un pequeño grupo de músicos a su alrededor provocando la algarabía general. Para complacer a los presentes interpretó un repertorio de canciones emblemáticas de su trayectoria como «Me dediqué a perderte«, «Nube viajera«, «Caballero» y «Como quien pierde una estrella«.
Posteriormente, con notable emoción y orgullo, Alejandro Fernández presentó a sus hijos Alex y Camila como la tercera generación de la dinastía Fernández y cantó a dueto con ellos melodías como «Perdón» y «Hoy tengo ganas de ti«.
El sentimentalismo desbordado por las diferentes generaciones de esta dinastía ofreció momentos emotivos como el constante recuerdo y mensajes de aliento a Vicente Fernández por su pronta recuperación, Alejandro Fernández y Alex cantando a dueto una canción a un emocionada pero estoica Doña Cuquita y la aparición en el escenario de Camila, Valentina, América, Alex y Emiliano para acompañar a su padre interpretando «Costumbres«, de Juan Gabriel, cerrando de manera magistral una noche que, sin duda, quedará grabada en la historia artística de la ciudad.
Con parsimonía, las mesas se fueron desocupando, los meseros retiraron los últimos platos, las últimas copas, los últimos cubiertos; los representantes de los medios intercambiaron impresiones, guardaron sus equipos y se enfilaron a la salida junto con los cientos de asistentes que volvieron a desfilar en esa improvisada pasarela con la que ingresaron sólo que ahora con la satisfacción de haber vivido una velada excepcional y aportar recursos a una causa que permitirá ofrecer una visión optimista y prometedora a la niñez jalisciense en zonas marginadas.
Alejandro Fernández se presenta este 17,18 y 19 de diciembre en Auditorio Telmex en Guadalajara
