
Texto: Andrea Reyes Fotos: Salvador Tabares
Los flashes de las cámaras iluminaban las butacas del Teatro Diana. Los fans, ansiosos por disfrutar del primer show del cantautor español, tomaban fotografías del escenario desnudo salvo por la pantalla en la que se leía en letras grandes y blancas “BERET”.
Un parpadeo azul a las 20:07 horas dio inicio al tan anhelado “Prisma tour”. Con un atuendo despreocupado, Beret pisó el escenario y cantando “Si por mí fuera” comenzó el concierto. Los gritos se hicieron presentes al igual que la intensidad por parte del cantante, con una canción tan llena de energía se puso a brincar por todo el escenario incitando a los presentes a seguirlo. “¿Cómo estamos familia?”, su peculiar acento español sedujo a toda la audiencia. “Te echo de menos” fue coreado por todos, rompiendo un par de corazones y causando algunas lágrimas.
“Gracias de corazón, de verdad a pesar del tiempo y la distancia… un ruido para ustedes” comentó tras un par de canciones más. “Diez mil por qués”, “Cóseme” y “Sentir” fueron himnos cantados a todo pulmón. Comentó que, por respeto a sus fanáticos, conservaba algunas canciones de sus inicios; “Pandora” se hizo presente provocando una oleada de manos al unísono con la melodía. En un momento de la noche, el español se dio un respiro para platicar con su público. “Máster eres un duro” resonó en el recinto; “¿Qué dices, hermano?” contestó el intérprete riendo, mientras se escucharon varios “te amo” por todo el teatro. Para hacer el show más dinámico, dividió a la multitud en dos partes, improvisó una lírica con el ritmo de “Bará Beré” haciendo referencia a la canción de Michel Teló, “Cuando vengo a Latinoamérica me quedo sólo, intento que la gente se la aprenda” todos rieron.
El clímax de la noche se apersonó al escuchar los primeros acordes de “Ojalá”. Un escenario pintado con luces moradas y una luna exquisita vestían la noche, embriagando el aire de melancolía. Los presentes se levantaron de sus asientos, inclusive, algunos se acercaron al escenario para presenciar al artista más cerca; la canción duró alrededor de cuatro minutos, pero con eso bastó para cautivar al público. “¿Tamo´ ready?” su reggae contagió de energía al público que ahora saltaba con él, la melancolía se esfumo con cada aplauso.
“Me dijeron ven a un sitio y vine a Guadalajara” sus rimas improvisadas enardecían a la audiencia. Entre canción y canción, más personas se arremolinaban en el escenario, Beret robó un par de celulares y grabó parte del concierto para que sus fans tuvieran un recuerdo inolvidable de esa noche.
A las 21:04 horas, dieron un pequeño receso; los espectadores querían más, aún tenían bastantes ánimos. “Beret”, “Beret”, “Beret” gritaban a coro. Regresa, los aplausos se intensifican, su presencia irradia fuerza. “Te estás olvidando de mí” emociona a todos a pesar de su letra conmovedora. El cantautor toma asiento en unas escaleras a mitad del escenario, suena un teléfono por las bocinas, todos guardan silencio. “¿A alguien le suena el teléfono?” con mucha euforia por parte del público, comienza “Me llama” y nos lleva camino a la recta final.
“Porfa no te vayas”, “Vuelve” y para cerrar con broche de oro, “Lo siento” finaliza el espectáculo.
Beret se despide de su audiencia no sin antes volver a agradecer y tomar una foto grupal para el recuerdo.
El primer concierto del intérprete en Guadalajara fue todo un éxito, su show dinámico y apasionado dejó a todos los presentes con un gran sabor de boca. Su gran actitud y su energía sin límites contagió a todo el público, nos demostró que aún existen artistas bastante entregados a su público. A diferencia de otros exponentes, Beret brilló únicamente por su talento.
Y para calentar motores, los españoles de Efecto Pasillo fueron los anfitriones a la llegada de los primeros asistentes.










