El Teatro Estudio Cavaret se cimbró de en todos sus pilares con la estrambótica mezcla de ritmos bailables de latitudes nacionales y geografías extranjeras, de la segunda edición de Sonido Global.
Así, la noche acogió la gracia rítmica y visual de Zaikocirco, ese combo que une música y banqueros con la gracia de las marionetas humanas, las cuales se mezclan entre el público y generan la mejor de las empatías.
También se contó con esa cumbia incendiaria de Juan Fe, que en verdad conquistó los tapatíos porque el grito de “¡otra,otra,otra!” retumbaba por cada metro cuadrado del Cavaret cuando dejaban de tocar.
Y desde el pueblo rumano nororiental de Zece Prăjini, llegaron los Fanfare Ciocarlia que puso en verdad eufóricos a todos los presentes. Su música balcánica y gitana infernal con mucha vena funk y esos metales que incitaban a deshacer el suelo, en verdad dejó pirados a los tapatíos. De hecho, fue tal la alegría y aplausos que los integrantes de Fanfare Ciocarlia se bajaron del escenario para interactuar con el público.
Además, en el Cavaret se tuvo venta de accesorios, artesanías, ropa, palomitas y hasta mezcal.
Una noche redonda por donde se le vea.