No existe felicidad alguna como la de un viernes, viernes de quincena y además viernes de música…
La finalidad que tiene la Secretaría de Cultura de Jalisco al crear el Premio Nacional de Composición Orquestal es desarrollar la música de orquesta en el país. De 110 piezas orquestales de 42 compositores inscritas en este marco, 4 piezas, una de ellas ganadora ya en la categoría de composición orquestal jalisciense, compitieron por el primer lugar.
El director elegido para este certamen ha sido Miguel Salmon Del Real, conocido por haber dirigido la Orquesta Filarmónica de Jalisco de entre 2012 y 2017, estrenando 11 obras sinfónicas, así como haberse presentado como director huésped en 10 países de Europa ante 18 orquestas, incluyendo México.
Los finalistas:
Cristina García Islas (México / Canadá) como doctora en composición, egresada del Conservatoire de Musique de Montréal y de Université de Montréal cuya trayectoria extensa presenta su obra «Na´Lu´Um» (de origen maya que significa «Madre Tierra») comenta: «La intención personal de buscar ese simbolismo en mi música viene de la necesidad de una reconexión espiritual con el entorno natural, así como por hacer una ofrenda a la Tierra, a la creación y a la vida» … «Así, encontrábamos texturas oscuras, mucha fuerza, pero también ese pesar que el hombre lleva entre las manos que es la muerte y la fatalidad de siempre tener que cumplir un ciclo de existencia». «Na´Lu´Um» es la reconciliación humana con la vida y el tiempo. Los elementos característicos de la obra están basados en melodías cromáticas acompañadas por contornos texturales, glissandos y cuartos de tono sutiles y repentinos.
Alan Ahued Naime (Ciudad de México) con el «Fin del comienzo». Con tan solo 27 años la dedica a todos los profesores, trabajadores y alumnos del Centro de Investigación y Estudios de la Música (CIEM). En la obra se explora el uso de distintos procesos compositivos de gran formato, con el interés de generar esa relación entre texturas tímbicas y rítmicas, pretende engrandecer de manera simple el instrumento que él considera más grande que existe: la orquesta sinfónica.
Sergio Olivares Montes (Guadalajara, Jalisco), egresado de la Universidad de Guadalajara, entre 2007 y 2010 fue contrabajista de la Orquesta Higinio Ruvalcaba, así mismo formaba parte de ensambles de música de jazz. Su obra, inspirada en el cuadro Amarillo, Rojo, Azul (óleo sobre lienzo, 1925) del pintor Wassily Kandisy (1866-1944) se divide en dos temas: el primero rítmico e incisivo y el segundo pensativo e inseguro. Esta obra, ganadora del Premio a la Composición Orquestal Jalisciense se presenta en dos facetas: una agresiva y delicada y la segunda contiene solo un carácter un tanto de meditación como de gran tensión.
Luis Manuel Portillo Lagner (Ciudad de México) con su obra: «Claridad y fuerza», resultado en la búsqueda por expresar esa grandeza e intensidad que surge de la claridad (mental y/o espiritual). La inspiración de ésta es a razón de los paisajes de la costa de Mazunte, Oaxaca, mar y fuerza de sus amaneceres y atardeceres son la esencia de esta obra de arte que fue la ganadora esta noche del Premio Nacional de Composición Orquestal 2018.