Texto: Luis Gómez Sandi Fotos: Luis Gómez Sandi / Alex Monroy
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) cerró un ciclo más el pasado fin de semana. Nueve días de intensa actividad, de autores y editoriales de todas las tallas, expositores tan diversos como los gustos de los miles de visitantes que inundaron cada rincón de la Expo Guadalajara llegaron a su fin el domingo 2 de diciembre al bajar el telón final.
Portugal cerró su participación como invitado de honor a la 32a edición de esta fiesta de la literatura con la satisfacción de haber acercado toda su identidad cultural a un país que lo recibió con los brazos abiertos. En una ceremonia solemne, el país luso se despidió de Guadalajara para pasar la estafeta a India, país invitado de honor para el 2019.
El presidente de la FIL, Raúl Padilla López, agradeció a Portugal por estos nueve días a los que definió como»apasionados, intensos, elegantes y alegres» y agregó que « han pintado a Guadalajara del más profundo color atlántico de Portugal«. Posteriormente, dio la bienvenida a India a la que definió como «una cultura misteriosa y milenaria, llena de luces«.
Por su parte el rector de la Universidad de Guadalajara, Miguel Ángel Navarro Navarro, resaltó los lazos académicos y culturales que unen a México y Portugal y anticipó el éxito para la siguiente edición con el acercamiento a la literatura india.
El Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa, declaró que la presencia de Portugal en la FIL 2018 fue un acto prioritario de diplomacia y destacó la importancia de la literatura y las artes como fuerzas vivas para unir naciones. Luego, el primer ministro portugués y Muktesh Pardeshi, embajador de India en México, intercambiaron obsequios y se proyectó un video musical mostrando las manifestaciones artísticas más representativas del próximo país invitado.
El embajador de India en México recibió con gusto la estafeta y resaltó la importancia que ha tenido India en México durante los últimos años y la importancia de su país para la producción editorial en el mundo, ya que es el sexto país editor de la orbe.
La ceremonia concluyó con la interpretación de algunas piezas musicales indias con instrumentos tradicionales.
La 32a edición de la FIL cerró como está acostumbrada a hacerlo: con sus pasillos atiborrados de visitantes deleitándose con la amplísima oferta editorial, de actividades, con presentaciones de libros en todos sus salones, con homenajes y presentaciones musicales.
Destacaron el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benitez a Benito Taibo, quien lo recibió con todo su buen humor característico y dedicándolo emotivamente a Paco Ignacio Taibo I, «El Jefe», quien más que su padre fue su mentor en «la profesión más bella» que es el periodismo.
Más allá de las fronteras de la Expo Guadalajara, en el Conjunto de Artes Escénicas, el tenor español Plácido Domingo dirigió a la Orquesta Filarmónica de Jalisco en la sala que lleva su nombre haciendo resonar los acordes de la «Misa de Requiem» de Giuseppe Verdi como un merecido homenaje al centenario de su madre la artista vasca Pepita Embil mientras en el Foro FIL la sensualidad del Fado portugués en la intensa voz de la cantante Katia Guerreiro y la candencia melódica mexicana con el mariachi Los Tapatíos, acompañados por Paloma del Río, Pascual Reyes y Ugo Rodríguez despidieron una FIL más en medio de una comunión musical armoniosa y estimulante.
Por hoy, la Feria Internacional del Libro dice «adeus» pero volverá el próximo año diciendo «namaste», un saludo con toda la carga histórica y cultural que India tiene para ofrecer.