Texto y fotografías para torquemar planetas y vestigios: DAVID MELÉNDEZ
Café a quien honor merece.
La Borra del Café, una de las franquicias del fruto del cafeto de mayor crecimiento en el Occidente de México, acaba de inaugurar su primer barra de especialidades en la sucursal Madre de Dios (Avenida Providencia 2951), para darle, en palabras de su creador y director León Reffreger, «una nueva preferencia y selección de productos a nuestros clientes tanto en métodos de extracción como en diferentes tipos de orígenes«. Así que los clientes de esta sucursal ubicada en pleno corazón de la Colonia Providencia, podrán degustar café proveniente de Chiapas, Veracruz y Etiopía, además del oriundo de Jalisco, que es el de la casa.
Durante el corte del listón para dar por inaugurada esta barra de especialidades, estuvieron presentes los miembros de Espacios Que Inspiran, que no es otra cosa que la llamada Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI) que potencia el crecimiento de dicha marca con la confianza de casi 40 accionistas, así como Juan Comparán, socio y Presidente del Consejo de Administración.
Al hacer uso de la palabra, Comparán hizo un poco de memoria acerca del gran crecimiento de La Borra del Café. «La primera sucursal«, dijo, «fue La Borra de Hidalgo, y hoy estamos a 49 sucursales, ¿no? Bueno, perdón, 39 sucursales, pero ya casi (risas)». Enseguida, explicó que este gran crecimiento seguramente les abrirá las puertas de otros países. «Les aseguro que con este ritmo y esta gente que tenemos aquí, más esta calidad de socios, inversionistas y seguidores de este proyecto, un día, no nada más vamos a estar en México sino en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, y vamos a competir con los grandes«, remató.
La dinámica de la velada contó con el vino tinto de rigor para brindar y los canapés de carnes frías y quesos para acompañar el gustoso caldo rojizo, además de la degustación del café, un corte de listón «simbólico» de cada invitado que ingreso a la sucursal Madre de Dios y la presentación de algunos miembros de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Guadalajara (OSIJUG), mismos que fueron acompañados durante la interpretación del Danzón No.5 del compositor Arturo Márquez Navarro (1950) por algunos maestros de la escuela Baila Corazón (que deleitaron a los presentes con algunos coquetos y elegantes pasos de baile), y el dueto de covers de Diego y Ale.