*Después de la destrucción, viene la reconstrucción. DAK, Niña Perro y Margaritas Podridas reviven la escena del punk en todo su esplendor
La noche del sábado 23 de septiembre fue un hito para la escena musical independiente tanto tapatía como nacional. El C3 Stage tuvo el honor de albergar la presentación de After Destruction, cuarto álbum de la banda de rock avant-garde tapatía Descartes a Kant (DAK).
La última vez que DAK estuvo en la ciudad fue en el 2020 en el Festival Adverso, aquel que, sim saberlo, sería el último festival musical durante mucho tiempo debido a la pandemia, hecho que trajo muchos cambios para todo el mundo, incluidos para la banda tapatía. En ese lapso, pasaron por un cambio de alineación y, por ende, una renovación, la más fuerte desde su concepción a mediados de la primera década de este siglo.
Así , DAK quedó conformado por Sandrushka Petrova, Ana Cristina Moreno, Memo Ibarra y Leonardo Padua.
La presentación de DAK fue electrizante, creativa y emotiva; con cierta extrañeza para los fans de antaño al verlos en esta nueva etapa, sin que fuera impedimento para recibirlos con el mismo cariño. Y, para los asistentes más jóvenes, fue una gran sorpresa, ya que muchos iban por Margaritas Podridas. Fueron por cobre y salieron con oro.
DAK dotó a este concierto de temática retro-cyber punk con una aplicación de inteligencia artificial que ahondaba en la naturaleza humana guiando el show, representada por una computadora de los años ochentas. Fue muy impresionante el ver toda la creatividad y corazón que los tapatíos ponen en su arte,con un repertorio que mostraba el nuevo material combinado con sus éxitos clásicos. Dejó un buen sabor de boca escuchar canciones de su primer álbum Paper Dolls y el repaso de su segundo disco Il Visore Lunatique, dejando muchas caras sorprendidas y satisfechas.
DAK, agradeció y dio paso a la joven agrupación tapatía Niña Perro. Este trío fue una muy, muy grata forma de comenzar el evento. Garage punk, con la base de la vieja escuela pero toda la fuerza de esta nueva generación. Destacó su presencia e interacción con el público muy natural y amena, promoviendo la inclusión entre todos a palabras de su vocalista «Mujeres y jotos primeros». Niña Perro puso a bailar a todo el C3 Stage que, para este punto, ya estaba a la mitad de su capacidad. Esto es una muestra que dentro del género ya se le da más cariño a los nuevos proyectos. Niña Perro es un fresco aliento y alegría de saber que el punk no está muerto y solo sigue evolucionando.
Posteriormente, tomó la escena la banda de Hermosillo, Sonora de sludge-grunge-punk Margaritas Podridas, misma que atrajo mucha gente en su calidad de revelación de estos últimos años. Su vocalista y bajista es una gran front woman que despide una energía fuerte y tierna a la vez pero que estando en el escenario, era hipnotizante. Potente y cruda se puede describir a este acto sonorense que tiene muchas vibras de Sonic Youth.
Una noche para recordar que la escena del rock independiente nacional sigue más que viva y que la vieja y nueva generación, pueden convivir en armonía. Ya no hay necesidad de pelear por eso.
Texto: Alejandro Monroy(PhotoMonroy Music) Fotografía: Isaac Anaya