*En una noche llena de buena vibra y emoción, Silvana Estrada se presentó en el majestuoso Conjunto Santander de Artes Escénicas
Con la expectativa en su punto culminante, casi palpable en el aire, se abrió el telón cerca de las 21:00 hrs. y Silvana se apoderó del escenario con su potente canto a capella que dejó a todos sin aliento.
Desde el escenario, profusamente decorado con velas y flores de cempasúchil creando una atmósfera única y embriagadora, Silvana invitó al público a unirse a ella para cantar juntos “Tristeza” y erizarse la piel con la intensidad de sus potentes registros vocales.
De ahí en adelante, en completa comunión con su público, los temas de la artista se fueron sucediendo unos a otros con armonía, pero “Sabré olvidar” tuvo su distintivo ya que, como un detalle, se lo dedicó a una gran fan que a través sus lagrimas demostraba lo feliz que estaba, recordando que para poder sanar tenemos que olvidar, por eso es que escribió esta canción.
Después siguieron “Marchita”, en la que hizo una transición a “Llorona» provocando un impresionante silencio absoluto, que significó un singular elogio a su ejecución.
Silvana no pudo ocultar su notable emoción por estar finalmente en este recinto después de esperar durante muchos años, sobre todo por lograr una profunda e innegable conexión con el público dejando en cada asistente la sensación de ser parte de algo especial.
La velada continuó con «Milagro y desastre,» una canción dedicada a una persona especial que compartió innumerables recuerdos con Silvana. En un momento memorable, tocó el piano mientras interpretaba «Se me ocurre,» una composición que evoca un mundo mejor para todos.
El homenaje al Día de Muertos se manifestó en «Amor eterno,» una canción escrita por Juan Gabriel, que conmovió a la audiencia, provocando lágrimas de emoción y de recuerdos de personas que ya no están aquí.
El público tapatío mostró su aprecio con un estruendoso aplauso de pie al final del espectáculo. La gente pedía una canción más, y Silvana no pudo resistirse a sus ruegos, complaciendo a la audiencia agradecida.
La noche culminó con «Tenías que ser tú» y «Para siempre,» dos de las canciones más solicitadas. Silvana agradeció a cada miembro de su equipo y se despidió, dejando una impresión imborrable en el corazón de todos los presentes. Fue una noche musical perfecta, de emociones y conexión genuina entre Silvana Estrada y su público, el mayor premio que un artista de gran talento puede llevarse a su casa.
Texto: Samy Ruvalcaba Fotos: Diego Rodríguez Covarrubias