*CANDESTINO, un concierto hecho para perros, vio la luz en América Latina en el Club Atlas Chapalita. Bowie, el reporperro, comparte su experiencia
Desde que tengo uso de memoria, las palabras «concierto» o «festival» me han provocado un poco de angustia, porque preceden al momento en que Karen se despide de mi, de mis hermanos, Lags se echa al hombro una pesada mochila negra luego de revisar un montó de aparatos raros y salen de la casa para regresar muy, pero muy tarde.
Hace unos días escuché nuevamente esas palabras. Pero antes de dar paso a la congoja, para sopresa mía, de Blondie y de Roxy, nuestro más reciente hermano, Karen y Lags nos subieron al carro, junto con ese montón de cosas que siempre cargan. Blondie y yo viajamos relajados, no así Roxy, quien a menos de una semana de ser rescatado no dejaba de observar. maravillado, todo el panorama desde la ventanilla.
Llegamos al destino un poco asombrados, pues aunque en los paseos por el barrio siempre nos encontramos a otros perros, en ese lugar, llamado Club Atlas Chapalita, había muchísimos más, de todos los tamaños, colores, razas y temperamentos, todos conviviendo animosamente sobre una enorme extensión de pasto, tomándose fotos con sus dueños junto a la imagen del evento, recorriendo las diversas carpas que ofrecían todo tipo de productos especiales para nosotros, unos muy comunes como comida, camitas y juguetes, hasta más especializados como aceites para el estrés, bebidas hidratantes o premios exóticos como patas y orejas de conejo, pescuezos de pollo o pulmones de cerdo. Quizá no suenen apetitosos para ustedes pero, créanme, nos encantaron. También, había un lugar en el que algunos de nuestros semejantes menos afortunados tendrían la oportunidad de encontrar un nuevo hogar. Ellos venían de parte de la fundación Adoptando un amigo, misma que se dedica a rescatar, rehabilitar y dar en adopción a nuestros hermanos que tuvieron que vivir en la calle o padecieron alguna forma de maltrato. La agradable sorpresa fue que los recursos recaudados en este evento irían directamente a esa organización de ángeles humanos que velan por nuestra felicidad.
Llegamos a un espacio cubierto por decenas de sillas enfundadas en tela blanca, acomodadas en grupos de dos y de tres, con platos para el agua en cada lado. Al frente, se levantaba una desconcertante tarima llena de instrumentos y aparatos extraños. Minutos más tarde, un hombre delgado, barbudo y de cabello largo coronado por un sombrero negro, acompañado de otras personas comenzó a cantar; los instrumentos vibraron con un sonido agradable a nuestros oídos. Esta persona era Román Mosteiro, el talentoso músico español creador de este proyecto que tiene presencia por primera vez en América Latina. Era acompañado por otros artistas como Jaffo Lara, Dante Nyxx, Janet Janine y Vemora, quienes hicieron un embelesante recorrido acústico por géneros como el pop, rock, reggae y hasta rancheras.
Al caer la noche, luego de que todos los músicos cerraran el concierto con «Pulgas», un tema dedicado especialmente a nosotros, que corresponde a todo el amor que damos a nuestros humanos, Román bajó a convivir con nosotros. Fue un verdadero placer recibir tantos regalos, atenciones, apapachos y, sobre todo, haber pasado una tarde grandiosa a lado de nuestros queridos compañeros de vida así como de muchos otros perritos en una sana y revitalizante experiencia que, esperemos, se repita todos los años.
Enviado especial: Bowie, el reporperro
Foto: Andrea McCormick
Texto: Karen de Alba González Fotos: Lags Fotograma