*James, unas de las leyendas más destacadas del Rock Alternativo, volvió para refrendar su posición desde Guanamor Teatro Estudio
Tuvieron que pasar cerca de siete años para que Guadalajara pudiera reencontrarse con estos fenómenos musicales de Mánchester luego de su participación en aquel legendario primer festival Roxy en Trasloma en el 2017 donde conquistaron a miles de fanáticos con su carisma imposible de menguar y su singular energía escénica.
Con motivo de su gira Live in 2024, escogieron esta ciudad para arrancar con la primera de dos fechas en México, el viernes 15 de marzo en Guanamor Teatro Estudio y la despedida el domingo 17 en el festival Vive Latino.
Dos motivos dejaron en evidencia que la banda sigue estando en lo más alto de las preferencias: primero, el soldout registrado y segundo, la enorme fila que se extendió desde el acceso a Guanamor hasta casi llegar al estacionamiento del Auditorio Telmex, una concurrencia conformada por varias generaciones de melómanos. Adentro, con un recinto a tope, la temperatura ambiental, y la de los ánimos, fue subiendo exponencialmente.
Haciendo honor a sus costumbres inglesas, además de las rigurosas tazas de té cerca de sus instrumentos, la banda se apersonó en el escenario con puntualidad y, pasadas las 21:00 h, Tim Booth hizo estallar la algarabía en los más de 2 mil asistentes al aparecerse visiblemente relajado y disfrutando plenamente estar sobre la tarima, moviéndose al ritmo de “Jhonny Yen”, “Waltzing Along” y “Beautiful Beaches”. En pleno éxtasis y conexión con el público, el vocalista bajó del escenario y, ayudado por los fans y algunos rebasados guardias de seguridad, trepó la valla divisoria para cantar a coro rodeado por cientos de fanáticos que se extendían más allá de lo humanamente posible para, al menos, poder tocarlo. Él, plenamente entregado a ellos, simplemente se dejó querer.
El desfile de temas tanto clásicos como nuevos continúo su marcha con la maestría musical de los nueve miembros de la banda, destacando la destreza melódica del violín y el desempeño de la baterista y otras dos mujeres en los coros, a las que el líder de la banda les reconoció abiertamente su trabajo.
Las sorpresas no se hicieron esperar. “Life´s a Fucking Miracle” y “Our World” vieron la luz por primera vez en vivo y revivieron temas tan esperados como “Born on Frustration”, “Getting Away With It (All Messed Up)” o “Say Something”, en el que Booth volvió a conectar personal y cercanamente con su público ahora caminando hacia la zona del bar y justo debajo del letrero “Por amor a la música”, que resume en pocas palabras la razón de existir de todas las bandas, cantó a coro entre voces, gritos, lágrimas y manos ansiosamente estrechadas.
Con el júbilo en su máxima expresión y un Tim Booth transformando los acordes en frenéticos bailes electrizantes, el encuentro fue encaminándose a su fin. “Out to get you”, “Sound” y “Laid” conformaron el primer encore y cerró definitivamente con “Sit Down”, coronando la noche inolvidable de un viernes repleto de conciertos en Guadalajara.
James dejó nuevamente constancia de su permanencia, de su prestigio y de la inquebrantable energía escénica y profunda entrega con sus seguidores, elementos vitales para que una banda trascienda del espectáculo a la leyenda viva.
Texto: Karen de Alba González Fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»