*Más de dos horas de viaje y música para volar revivieron a una de las agrupaciones más importantes de rock en español
El legado de Soda Stereo y todo lo construido por Gustavo Cerati sigue intacto repercutiendo en las nuevas generaciones. La banda tributo Soda Infinito revivió las más de tres décadas que los argentinos estuvieron vigentes.
Pasadas las 21:30h, con un bagaje sonoro de Cerati en solista como anfitrión, el vocalista y guitarrista Juan Hernández junto a Pablo Estrella (guitarrista), Frank Guerrero (baterista) y Santiago Izquierdo (bajista), arribaron al escenario del Teatro Diana para hacer un recorrido por todo el trayecto de una de las bandas más importantes de Latinoamérica, Soda Stereo, y de su líder el extinto Gustavo Cerati.
“La ciudad de la furia” arrancó el vuelo con imágenes representativas de la época en la enorme pantalla trasera. Agradeciendo a la banda soporte que inició la velada, se dispararon las representativas “Juegos de seducción”, “Hombre al agua”, “Ella usó mi cabeza como un revolver”, “Zoom”, “Cuando pase el temblor” y “Lo que sangra (la cúpula)”, prosiguiendo con la declamación de un fiel seguidor “Hazme un hijo, Cerati”, rematando el bloque Stereo con “Danza rota”.
Directo de Mérida, Yucatán, los integrantes de la agrupación Vértigo, salieron a escena para rendir homenaje a Cerati en “Lago en el cielo”, complementando con “Corazón delator” del viejo Doble vida y “Crimen” del Ahí vamos.
Una de las rarezas de la velada fue “Zona de promesas”, en la que Gustavo colaboró con la mayor representante del folclore argentino, Mercedes Sosa. “Té para tres” revivió al Flaco Spinetta y “Adiós” ponía fin a la tercia de la era solista de Cerati.
Juan le dio gracias infinitas a Daniel Sais, fundador de este tributo y en “Signos” se le rindió homenaje a quien fuera el tecladista de Soda Stereo. Llegaba el momento de concluir y un mix de “Trátame suavemente”, original de Daniel Melero, tuvo roces con la “Canción animal”, dando el broche final al encuentro; pero para dejar satisfecha a la “sodamanía”, un encore compuesto por “Sobredosis de TV”, “Nada personal”, “Persiana americana” y “Música ligera”, complacieron dejando a todos con el mejor sabor de boca.
Texto: Eduardo Roel.