El Sede Stage fue testigo del sold out que la agrupación rocanrolera logró el sábado 27 de abril en Guadalajara
35 años del origen, desde que Julissa, cantante, actriz y productora teatral, creara en México el concepto infantil, que mezclaba pop y baile, versionando en castellano, clásicos del rocanrol de los sesenta, y que ha vuelto para quedarse con parte de sus fundadores y nuevos integrantes, después de tres décadas de estar alejados de los escenarios.
Con un Sede Stage que ya había anunciado un sold out, a las 19:00h, comenzaron las sorpresas, mientras que gente de todas las edades se unían al tan esperado festejo, iniciando al show aproximadamente a las 22:30h, para hacer un repaso por aquellos clásicos que identificaron a una generación a principios de los 90s y que ahora, convertidos en padres de familia, disfrutaron al lado de sus hijos y sus padres, mismos que en aquellos ayeres los llevaban a sus conciertos, uniéndose a la celebración con sus característicos copetes, crinolinas y chamarras de cuero como se había solicitado.
Luis Carranza, Ariadna Martínez, Bárbara Macías y Gónzalo Alba, integrantes originales, acompañados de Ramón Valdez y Anabella de Hoyos, quienes ya pertenecen a La Onda, subieron al escenario arrancando con los “Días de escuela”, como en aquel 1989 en Siempre en Domingo, poniendo a todos de pie de inmediato, continuando con “Quiero salir de vacaciones” y “Triste verano”, temas de su primer disco homónimo, en los cuales se respetaron las clásicas coreografías percibidas en todos los asistentes.
La primera sorpresa de la noche fue la unión de Rodrigo Álvarez, también fundador de la agrupación, en “Calendario de amor”, mientras que Luis comandó “El oso corredor”, “Déjenme en paz” y “El Guasón”, pero el beat de “¡Qué buen reventón!”, no dejó que nadie se sentara como era de esperarse. Las chicas se apropiaron del escenario en “Un buen día” y la nostálgica “Qué triste es el primer adiós”, para comenzar el juego en “El espejito”, antes de la segunda sorpresa de la noche, pues “La coqueta del grupo” antecedió a la presencia del argentino Pablo Ruiz, quien hizo gala para interpretar la representativa “Orgullosa nena” que hiciera famosa a finales de los 80s.
“Dando la vuelta”, “El rock es el rey”, “La novia de mi mejor amigo”, “Trece velas”, “El come gente morado”, con la característica coreografía de Luis y Gonzalo, “Ya vas Barrabas”, en la que los chicos se colgaron las guitarras eléctricas, “El doctor brujo”, el popurrí bandero conformado por “Quítense tenis, pónganse botas”, “Las cerezas”, “El pachangón” y “Thomas”, en donde volvieron a lucir las características texanas, el momento del pastel para festejar el cumpleaños de Luis, y el remate con “El rock llegó para quedarse”, con la incorporación nuevamente de Rodrigo, hicieron el show más especial para quienes volvieron a ser niños y revivieron 35 años de historia y de recuerdos.
Texto: Eduardo Roel.
Foto: Archivo de Luis Carranza.