*El «Cachanilla» cerró el año con la posada más norteñona y aguardientosa del Foro Independencia
No se necesita una gran producción para que una celebración brille. Así lo demostraron tres exponentes que fusionan el norteño, el punk, el psychobilly y el folk; bastaron una guitarra, su voz y un torrente de sentimientos para armar una fiesta que resultó sumamente divertida.
El encargado de pedir posada fue el tapatío Salvador de Luna. Con temas como “Sin máscaras”, “Es mejor dejarte”, “La verdad”, “Vámonos a Marte”, “Tatuajes” y su reciente estreno “Sinti-mental”, amenizó la llegada de los invitados, logrando una cálida recepción.
A las 21:10 h, directamente desde Durango, regresó Samuel Herrera. Su set fue un vaivén entre temas propios y algunos covers: sonaron “El Gallo/Pávido Návido”, el estreno de “Por quererte demasiado” (de su disco Altibajos), “Olor a vainilla/Tragos de amargo licor”, “Hoy no estoy de buen humor”, “Te quedas o te vas”, “Y caer/Mi casa nueva” y “Cecilia”. El intérprete hizo un paréntesis para invitar al público a seguir sus redes y apoyar las nuevas propuestas del país, antes de continuar con “Convénceme/Aguanta, corazón” y “El último boleto/Hay algo”. Concluyó con “Me estás haciendo mucha falta”, dejando satisfechos a quienes lo descubrían en su último concierto del año.
Tras un breve retraso que poco importó a la audiencia, a las 22:05 h apareció el “Cachanilla”, Juan Cirerol. Abrazado a su docerola, vestido con jeans, camisa norteña roja y zapatos amarillos, agradeció a su colega Samuel e inició el festejo con “Eso es correcto”, poniendo a todos a cantar al unísono de inmediato.
Clásicos como “La muchacha de las tierras lejanas”, “La Chola”, “¿Dónde están los amigos?”, “Soy rancherito, soy fronterizo”, “La florecilla” y “Hey, soledad” demostraron la enorme complicidad entre el oriundo de Mexicali y el público tapatío. La energía no decayó con “Algo que tenemos en común”, “Rostros vendidos”, el cover de Joan Sebastian “Sentimental”, “I love you”, “El perro”, “El ataskado” y “Crema dulce”.
“Qué chido que la están pasando chido, chavos y chavas”, soltó Cirerol antes de interpretar “Las tres mujeres”, de Los Cadetes de Linares. Luego, cigarrillo en el clavijero de la docerola, se aventó “El Licenciado”, tema que grabó originalmente con Los Vikingos del Norte.
No podía faltar su himno “Metanfeta”, seguido por “Tardes de mayo” y su mayor éxito: “Eres tan cruel”. La velada alcanzó su cúspide con “Se vale soñar”, “Vuelo cancelado”, el estreno de “Nuevo León y Tamaulipas” y “Clonazepam blues”, sellando el encuentro del Cachanilla con su gente. Al salir, la fiesta no terminó: Los Tigres del OXXO ya estaban instalados para recibir a los «aferrados» en el after party.
Texto: Eduardo Roel Fotos: Aurora Casillas