Este año el Rey de los Monstruos, Godzilla, cumple 60 años y para festejarlo Warner Bros. Pictures estrena este 15 de mayo en México Godzilla, un nuevo filme que reinicia la franquicia al contar de manera actual el origen del más famoso kaiju.
En esta nueva versión el equipo detrás del filme intenta volver a las raíces de la saga, enfocándose más en el drama humano e interpretando al reptil gigante más como «una aterradora fuerza de la naturaleza». La historia es seria y se centra en Joe Brody (Bryan Cranston), un técnico nuclear que pierde a su esposa durante un «accidente» en la planta japonesa donde trabajaban en 1999 y que desde entonces está buscando respuestas sobre lo que realmente pasó, y su distanciado hijo Ford Brody (Aaron Taylor-Johnson), un militar experto en desactivar bombas en el presente que cree que su papá necesita dejar atrás el pasado. Los otros dos peronajes importantes (humanos) son Elle, la esposa de Ford, quien es interpretada por Elizabeth Olsen (y que lamentablemente no tiene mucha participación en el filme) y al científico Ishiro Serizawa (Ken Watanabe) que sabe algo de la gran criatura, pero necesita más datos.

El drama humano inicia muy bien pero poco a poco se va degradando. Y cuando al fin vemos al personaje titular a punto de entrar a la acción… cortan la escena y pasan a otra (y esto ocurre unas cuantas veces más, arruinando un poco el ritmo de la película). Si ustedes esperan ver a Godzilla durante la mayor parte de la película, van a salir decepcionados de la función, ya que, cuando desde el principio sabemos que está presente, Godzilla no se aprecia bien realmente hasta ya algo avanzada la trama, algo así como en Tiburón (Jaws) de Steven Spielberg (curiosamente, aquí también hay otra familia Brody). De hecho, prácticamente todas las peleas son en la noche o con un clima lluvioso o un ambiente lleno de humo (sólo hay unos segundos de Godzilla con buena iluminación) y aparte hay mucho movimiento de cámara ya que nos presentan el punto de vista en primera y tercera persona para hacernos sentir que estamos viviendo la crisis. Pero si son pacientes, la batalla final seguro los sorprenderá y si son fans de Godzilla sólo por ver esa contienda les bastará para justificar comprar el boleto del cine (y no necesitan verla en 3D puesto que éste efecto óptico no está aprovechado). Godzilla es una película entretenida que tiene mucho potencial para convertirse en franquicia en Hollywood, sólo tiene un enemigo real que deberá derrotar para lograrlo: el dinero que genere en taquilla. Aquí en Nine Fiction ciertamente esperamos verlo en una nueva aventura próximamente.
