Texto: DAVID MELÉNDEZ
Los milagros, son volátiles y muchas veces jamás se vuelven realidad. Máxime cuando se trata de conciertos, de una situación donde es necesario el público para que suceda el momento especial.
¿Cuántas veces la ausencia de público ha sido la culpable del fracaso de la música en vivo? Pero también habrá que contar la otra parte de la historia, ésa que dice que entre pocos somos más, aunque las reglas matemáticas desaparezcan por completo.
Pues, sí, con Torreblanca sucedió justamente eso durante su presentación en Foro Independencia: no había más de 100 personas y parecía que existía una multitud inmensa, sin medida ni horizonte, que gritaba, cantaba, coreaba y bailaba entre la música del creador de “Sí”.
Mas Torreblanca vino gracias al esfuerzo de un colectivo llamado Mexicanos Al Grito de Rock, encabezado por Richard Marórt. Su principal eje de ataque es dar el justo apoyo e impulso a todas las bandas independientes y hacer que toquen en distintos foros de todo México, así como la gestión de foros o espacios para los conciertos.
Las actividades arrancaron después de las 19:30 horas y estuvieron presentes Mirarock, Polivinyl, Locca Shakey Bomba, Nicotina 23, Richelle y Sage Skylight.
Dentro de este abanico de nuevas bandas y propuestas, los contados asistentes pudieron escuchar y catar vía tímpanos los sonidos actuales de estas bandas emergentes. En Nine Fiction recomendamos que les echen el debido oído a cada una de estas propuestas y decidan si cumplen las expectativas de sus gustos musicales. Pero, ojo, lo importante es darse el tiempo de escucharlos. Por el momento, nos centraremos en Sage Skylight y el festejado de la noche, Torreblanca.
De entrada, el quinteto adoptado por Guadalajara, Sage Skylight, ya no necesita palabras para hacerse notar. Es, bajita la mano, una de las bandas tapatías con más propuesta sonora (rock que chorrea estamina y rasposo como piedra de río) y actitud sobre el escenario, un binomio difícil de encontrar unido en la actualidad. Si pudiéramos contar con los dedos de una mano las bandas actuales en Guadalajara que son bombásticas, seguro Sage Skylight encabezaba el conteo.
Por enésima vez, su directo fue una salvajada, la aseveración misma de que los reflectores de las expectativas están sobre sus cabezas. Así, su presencia sobre el escenario cayó sobre el público a rajatabla, destacando el trabajo conciso en seis cuerdas de Karla Garisoain y el bajo agreste de Keego Isunza. ¿Y el propio Sage? Conquistando con presencia, mucha fashion, tacones y saltas a punto del desmayo.
Y para finalizar, poco después de las 23:30 horas, el acto principal ofreció justamente lo que escribimos al principio: ante un escaso público Juan Manuel Torreblanca y compañía, dieron un directo de primer nivel, que se vivió a flor de piel porque los presentes se entregaron en cuerpo y alma. Pocas ocasiones, ante un espacio casi vacío, un músico logra electrizar al ambiente y volverlo una orgía de empatía. Torreblanca lo constató y se entregó con todo su arte sonoro, porque incluso cumplió complacencias (“Vapor”), interpretó un jugoso cover de José José (la tristísima “Y qué”) y se salió de su lista de canciones habitual (interpretó “Nada me saca de la cama”).
El cierre de la noche, estuvo cargado de sencillez y calidez, cuando Torreblanca esgrimió eso de “qué noche tan bonita”. Y sí, Torreblanca soltó muchos de sus éxitos y varias canciones de su más reciente placa El Polvo de la Luz (Arts & Crafts México, 2014), y brindó una velada histórica.