Fotografía: David Lozano
La ciudad de México, majestuosa e intimidante, me recibía con una postal de cielo nublado que hacía las funciones de techo a los apresurados transeúntes que, de allá para acá se mueven al ritmo de una melodía armonizada por mentadas de madre y claxóns.
En esta universópolis es mil veces mejor caminar que morir de impaciencia en el trafico, así que, guiado por este principio, inicié mi periplo por entre las calles del centro histórico, mismo que por falta de pericia en la navegación me arrastró hasta un hoy llamado Zinco jazz club, un sótano que fungió como bóveda del banco de México y que ahora guarda entre sus gruesos muros la resonancia de los algunos grandes jazzistas nacionales e internacionales que han desfilado en este lugar ubicado en el numero 20 de la calle Motolinia.
La cartelera ofrecía el más reciente proyecto del tapatío Fer González, uno de los guitarristas mexicanos más destacados de su generación quien ha compartido escena con artistas de la talla de Brian Lynch , Dave Douglas, Peter Bernstein entre otros.
En punto de las 22:30 hrs. nueve músicos comandados por González saltaron a escena y con un gran «ímpetu», como se tituló su primer tema, nos sumergieron en un estado de ebriedad sincopado, perfecto para aderezar una noche especial y diferente con música original compuesta para noneto.
En general fue un show fresco y sorprendente, lleno de energía y camaradería, el Fer González Noneto entiende y traduce la música como lenguaje universal, un medio de transporte que nos permite llegar a cualquier sitio y además con una buena propuesta que expresa, como el mismo Zinco los anunció, un balance entre la individualidad y la comunidad, la creación y la interpretación.
Les dejamos acá la galería completa del show.
Juzguen por oído propio este proyecto.