*Un sábado perpetuo hizo que los oriundos de Fresnillo Zacatecas convirtieran el Teatro Diana en un salón de baile
Semanas atrás se había anunciado que la primera Noche de Salón del combo zacatecano ya era sold out, sorpresa para Luis Humberto, Rafael y Julián, los hermanos Navejas, y el baterista Ángel Sánchez, quienes se mostraron totalmente agradecidos por la respuesta de los tapatíos en la primera cita que comprende la gira en este formato acústico.
Se había solicitado que el código de vestimenta fuera formal, estilo 40s, cosa que de inicio fue acertadamente ejemplificado por los doce músicos que ya estaban en el escenario con elegantes trajes de tinto y negro pasadas las 21:00h, sustituyendo las guitarras eléctricas y la distorsión por un ensamble de piano, contrabajo, bongos y la peculiar voz de su cantante.
A un día de haberse estrenado Noches de Salón LP, los enjambre-escuchas ya dominaban el repertorio, el cual siguió el orden del disco, con algunas sorpresas. Tal apertura no pudo ser más exacta que con “Enemigo”, el bolero que despertó la ovación y con la cual Luis Humberto Navejas dirigió: “Si así nos reciben, no saben lo que les espera”, ante un Teatro Diana rendido a los encantos del combo fresnillense.
“Cámara de faltas” y “Visita”, ya forman parte del clásico repertorio, pero ahora con un toque tropical, les da un giro que inclusive incita a bailar. El estreno de “El vacío” sorprendió por la inmediata respuesta de los fans, quienes ya la coreaban como si fuera una pieza de antaño, antes de que el melancólico “Elemento” sonara al unísono de la desgarrada voz de Luis Humberto.
“De nadie” que se combina perfecta con algunas líneas de “Dulce soledad” y “Detéstame” antecedieron a una improvisación que se robó por completo el show, cuando Rafael Navejas interpretó “Mucho corazón”, un bolero exquisito de Emma Elena Valdelamar, clásico en la voz de Luis Miguel.
Los aires de bossa nova en “Somos ajenos” y “Manía cardíaca”, así como el son de “El ordinario” ya tenían al Diana completamente de pie, pero llegaría el momento de un estreno, el merecido homenaje al cantautor social Piero con “Tengo la piel cansada de la tarde”, que remató esta quinta con “Tulipanes”, antes de que “Secuaz”, la cual no se incluye en las Noches de Salón, se hiciera presente.
Agradecidos por la vestimenta de los asistentes, en la cual se pudieron apreciar elegantes vestidos y smokings, Enjambre estaba por concluir su acto, rematando el “Sábado perpetuo” de la mano de “Necrópolis” y “El derrumbe”, cosa que aún no dejaba satisfecho al conglomerado, e hicieron regresar a los de Zacatecas con un encore que hizo bina con “La vida en el espejo” y “Divergencia”, en una velada cercana a las dos horas de duración.
Texto: Eduardo Roel Fotos: Isaac Anaya