El Guanamor Teatro Estudio recibió con los brazos abiertos a los embajadores del reggae latinoamericano, quienes presentaron su nueva placa discográfica
Hace más de 20 años recuerdo presenciar el sonido y la manera de ejecutar en vivo de los Pericos, banda que de cierta manera, he seguido a través de los años y he atestiguado la fuerte conexión que tienen con el público tapatío. Cada presentación se hace única y siempre tienen algo que rebasa y que sigue despertando emociones; la forma peculiar de hacer reggae, la elegancia que los caracteriza y el punch sobre la tarima, son el agasajo exacto cada que visitan esta ciudad.
Domingo relajado, clima idóneo y un foro que cumple las expectativas para una banda de semejante nivel, se mezclaron para hacer el concierto perfecto. Tres pantallas gigantes, un sonido rimbombante y una organización de diez, fueron el soporte para que en punto de las 20:15 horas, los argentinos arremetieran con “La hiena”, como en aquel viejo 1000 vivos que les dio tanta popularidad en nuestro país.
“Buenas noches, Jalisco”, dispuestos a “Nada que perder”, Juanchi y compañía nos tenían frente a frente, después de un par de años de extrañarnos y como si nada hubiera pasado. Un fondo entre palmeras y primordialmente el verde como bandera, los clásicos “Waitin”, “Runa way” y “Complicado y aturdido”, despertaron la llama intacta con la fiel legión perica.
Las sorpresas no tardan en llegar, y como parte de su nueva producción Viva Pericos! emitieron “El próximo viernes”, tema popular del cantautor mexicano Espinoza Paz, que terminó siendo aceptado y coreado por todos los presentes.
“Anónimos” remató con el riff de “Don´t let me down” de The Beatles, “Trátame suavemente”, autoría de Daniel Melero y que versionaron recientemente con el colombiano Carlos Vives, le dio un aire fresco a un emblema del rock argentino, que se proyectó con imágenes marinas creando una combinación ideal.
¡¿Hay pulso, Guadalajara?!
Baleiron ha resultado ser un excelente frontman y llevó la batuta dominante en “Me late”, en la que comprobó el pulso energetizante dominante en el show; “Su galán” puso a todos a brincar; “La distancia” (Roberto Carlos) y “Mucha experiencia” (Barrington Levy) fueron la pareja melódica antes de llegar al “Boulevard”, en la que predominaron las luces de los celulares, apuntando como flechas hacia el escenario.
Los Pericos han demostrado el enorme respeto que le tienen a la música mexicana, y lo ejemplificaron con “Tu cárcel”, éxito ochentero de Los Bukis. El toque poético se enunció en “La edad del cielo” del uruguayo Jorge Drexler, y un rocksteady sonó en un “Lindo día” que iba a la perfección. Lo elegante de “Sin cadenas” es algo vital en los bonaerenses, y Los Rodríguez hicieron acto de presencia en “Me estás atrapando otra vez”.
Después de la calma faltaba la danza, y Ariel “Topo” Raiman, dueño de los tambores, puso a prueba con “La ciénega boulevard”, un toque de ska y swing que le hizo justicia al famoso Pampas Reggae. “Lágrimas negras”, versión del tradicional bolero de Miguel Matamoros, acertó con un toque latino y puso a prueba el baile en varias parejas. Si no hay “Pupilas lejanas” no hay recital, y se demostró por el apabullante canto que se mantuvo intacto. La dupla perfecta para encender al cúmulo se consiguió con “Párate y mira” y “Caliente”, ambas del mismo origen sonoro.
Hace 36 años que Los Pericos andan en la marcha y “Jamaica reggae” es su himno por excelencia. “Home sweet home” los hace volver a esta que es su casa, Guadalajara. “El Gallo de Oro” resucitó en “Vete Ya”, y la potencia de “No me pares” es la característica despedida a la que nos tienen acostumbrados, pero la pantalla trasera, que fungía como un viejo televisor, se encendió para traerlos de nuevo con “Casi nunca lo ves”, cabe mencionar que es de mi setlist predilecto, dejando satisfecho a un público que abandonaba el Guanamor Teatro Estudio mientras sonaba “Hablando a tu corazón” del influyente Charly García.
Texto: Eduardo Roel Fotos: Luis Gómez Sandi «Lags»