*Con gran energía, la super banda The Guapos llegaron al C3 Stage al ritmo del rock and roll de la vieja escuela en su máxima expresión
La noche del sábado 3 de agosto, la gente se reunión en el C3 Stage con gran entusiasmo y curiosidad, ya que allí tendría cita la primera presentación de la super banda The Guapos, una agrupación a modo de grupo del colegio que muchos alguna vez quisieron tener y que ahora cuatro grandes del rock en español, Adán Jodorowsky (Adanowsky), El David Aguilar, Leiva y Jay de la Cueva hicieron realidad para si mismos algunos años después del Cole y ya entrados en sus cuarentas. El recinto se llenó de algunos que acudieron por el gusto de ver a esta peculiar agrupación por primera vez en vivo, otros como fieles seguidores de alguno de los músicos en especial, pero todos con la intención de disfrutar de un gran concierto.
Como preámbulo, algunos afortunados tuvieron el gusto de disfrutar de un meet and greet con los artistas tras el pago de respectivo boleto, que no se hicieron esperar con sus discos u mercancía oficial para el autógrafo. Entre ello se dio un terrible incidente, ya que ante la atónita mirada generalizada, cayó al suelo un disco edición especial en cerámica. Sin embargo, eso no mató la ilusión para conocer con alegría, cara a cara, a los interpretes. Mientras se daba este encuentro, el resto del público disfrutaba de una sesión con DJ Adrian Aviles que amenizó con canciones ad hoc lo que se avecinaba.
Fueron unos minutos después de las 21:00 h que se apagaron las luces y se alzó al uísono el rugido de emoción; en el escenario, cuatro figuras se perfilaron listas para desatar un caudal de rock and roll. «Hey!», el tema que apertura el disco, fue el encargado de inaugurar el concierto a la vez que el auditorio cantaba, a todo pulmón. «Tengan cuidado, Los Guapos han llegado a tu ciudad«.
Con la energía a tope, el concierto transcurrió entre esporádicos gritos de amor hacia algún miembro de la banda haciéndolos sonreir sin dejar de interpretar «Isabel», «Boogaloo», «Me cambiaría por cualquiera», «Dolores» todas incluidas en su álbum debut, con ritmos para saltar, bailar y cantar. Los fans estaban eufóricos y agradecidos por lo que se estaban viviendo.
Hubo algunos cambios de instrumentación sobre el tablado. Jay de la guitarra pasó a los teclados y posteriormente cambió lugar en la batería con Leiva, que tomó su lugar en la guitarra; fue notable que saben jugar en todas posiciones y no demeritaron por nada la interpretación, incluso desplegaron su habilidad en varios solos de guitarra que dieron más punch al show.
Se dejaron escuchar algunos covers como «Lucyle», evocando al papá de Jay, quien les acompaño en CDMX con esta canción Little Richard, al igual que una castellanizada «Quien lo iba a suponer (You never can tell), la inolvidable canción inmortalizada por el baile de John Travolta y Uma Thurman en Pulp Fiction, además de «Me vuelvo loco».
Siguió el desfile de clásicos en el setlist, con «Mi amor to me» ,»Objeto Sensual», «Amigos del rock» hasta una breve despedida, tras la cual regresaron para un épico cierre que alcanzó un clímax sonoro con una versión de «La media vuelta» del gran José Alfredo Jiménez y culminar con «Soy un guapo». El concierto llegó a su fin, no así la emoción generalizada. The Guapos se despidieron con una sonrisa y un agradecimiento infinito al público, quienes coincidieron en que, tras desconocimiento de lo que les esperaba, salieron satisfechos por esta magna presentación y buena música con toques de antaño.
Texto: Roy Arce Fotos: Eduardo Favián Blanco